Comencé a ver la serie Orange is the new black
ya que tenía un tiempo libre por las noches y no quería engancharme con
películas. Si bien la temática no es de
mis preferidas, el encierro en una cárcel de mujeres, me dejé llevar por
ciertos comentarios que leí. Pensé en la serie argentina, Mujeres asesinas, y me dije que no quería más de lo mismo. Miré los
primeros tres capítulos para darle una oportunidad y, al primer indicio de la
exaltación al asesinato, la dejaría de mirar.
La serie está basada en el libro autobiográfico de Piper
Kerman, Orange Is The New Black: crónica
de mi año en una prisión federal de mujeres. Fue lanzada por Netflix lanzó la serie en
julio de 2013 y ya va por la tercera temporada.
En sus primeros capítulos, la
trama se presenta como una serie más de temática
carcelaria y de mujeres. Poco a
poco, los personajes van perfilándose y en la protagonista aflora una
personalidad reprimida, cada vez más compleja. La serie comienza con la vida
idílica de Piper quien está a punto de casarse y está viviendo uno de los
mejores momentos de su vida hasta que reaparece del pasado, Alex, una mujer con
quien participó en el tráfico de drogas y con quien vivió una historia de amor.
A pesar de estar en la tercera
temporada, aún se van narrando las
historias de los personajes centrales de manera que uno se engancha con saber
qué llevó a alguien a estar ahí. De trasfondo aparece siempre el abandono, los entornos violentos y represivos,
la desarticulación de la familia, el maltrato infantil, las infancias
infelices, el rol de la mujer.
Un punto a favor son las actuaciones. Cada personaje es creíble y se
muestra con realismo, es decir, si se levanta de dormir, se levanta de dormir
sin maquillaje y sin los rulos perfectos. Además, a pesar de la cantidad de
personajes secundarios, son fácilmente
recordables cada uno en sus historias de vida.
Otro punto que me llamó la
atención es la separación, hasta racial, de los latinos, la comunidad afro, la
asiática y la “blanca”. En forma constante están
presentes los subgrupos que se distancian,
marcan sus fronteras en el idioma, en los hitos del pasado, armando una
identidad desde el contraste. En la serie de puede observar cómo en Estados
Unidos cada minoría étnica forma islas y construye su identidad en oposición
con los otros. Alguien que había viajado hacía unos años me contó lo mismo: que
ella había sido integrada, casi obligatoriamente, a un grupo de latinos ya que
para los demás ella no era argentina sino latina, y que más allá estaban los
afros, más allá aún los asiáticos y los “blancos” que eran los descendientes de
ingleses y europeos quienes llevaban varias generaciones en el lugar. Todo esto
es lo que podemos observar en la serie.
Como aspecto negativo, las escenas sexuales cansan y ya son un cliché
si solo es para aventar y generar un contenido vendible. No hay un solo capítulo sin una
escena donde veamos un desnudo. De esta manera, caen en lo mismo de ofrecer el
cuerpo de la mujer para el espectáculo. ¿No hay otras maneras de narrar? ¿Es
tan necesario?
Sumo a los aspectos negativos el
hecho de contar con personajes masculinos, los guardias varones, que en una
cárcel de mujeres se me presentó poco creíble. No sé si en la realidad es así
pero en una escena donde un guardia controla a una mujer mientras ella se ducha,
sentí que perdía realismo, que se me hacía añicos la magia. Aunque es cierto
que al incorporar varones permite al autor generar otros conflictos. En las
relaciones de los guardias varones y las internas mujeres es donde se pueden
leer las relaciones de poder y de desigualdad entre los géneros, las relaciones
de abuso, la “venta” del cuerpo para lograr ciertos privilegios, el trato
infantilizado hacia las mujeres, etc.
Los temas que trata son variados como la soledad y la desesperación
por ser amado, los sueños y las expectativas de vida que no se cumplen y se
llevan como un espacio de dolor permanente, la amistad, la lealtad, el cambio y
la adaptación de las personas a todo tipo de entornos impulsados por el afán de
vivir.
Mis personajes
favoritos son:
-Alex Vauss:
personaje magnético, misterioso, seguro de sí. Es la ex novia de Piper con
quien traficaba drogas.
-Dogget:
lidera un grupo religioso muy cohesionado a partir del miedo y la agresividad.
Es uno de los personajes que más ha ido mutando en la serie y que más me gusta
ya que te va generando distintas emociones desde odiarla hasta amarla.
La serie me enganchó y la sigo con expectativa. Aún
restan historias de algunos personajes que me gustaría conocer. Me gusta cómo
genera una curiosidad al ir mostrando de a poco las historias de vida de cada
protagonista, además la transformación de algunos personajes de manera sutil
pero profunda.
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