¿Qué pasaría
si la atmósfera se torna irrespirable por cambiar su composición? Las especies
que están adaptadas a nuestro mundo se extinguirían. Esta es la premisa de IO, SOLA EN LA TIERRA, película estadounidense de este año,
dirigida por Johantan Helpert y estrenada en Netflix.
Ni bien comienza, vemos a una joven entrar a
una construcción abandonada usando un traje aislante. Suponemos que hay
contaminación, que el aire no se puede respirar. Además, parece no haber
electricidad. Luego, vemos que ella está en una ciudad completamente
abandonada.
Poco a poco descubrimos que el planeta ya no está habitable raíz de un
cambio en la composición atmosférica. Creemos que ha sido gradual, que la
gente lo ha intentado todo, y al entender que no es posible solucionar el
cambio atmosférico, que la Tierra ahora es un ecosistema hostil para la vida,
incluso la de las abejas, los humanos se
marcharon para asentarse en una de las lunas de Júpiter, en IO. Ahora el
futuro estará en las estrellas, según se puede escuchar. Pero Sam, la
protagonista, intenta permanecer lo más que puede en una estación de
investigación, en uno de los pocos relictos donde queda aún oxígeno, hasta que
llega un hombre, Micah.
Entre conocer qué sucedió y lo que pasará,
vamos conociendo a cada uno de los dos personajes, los únicos visibles en la
película.
La película posee bastantes cuestiones
simbólicas, como ciertas conexiones con mitologías antiguas. Me gustaron las
imágenes y la actuación de los protagonistas, aunque sentí que Sam era
demasiado adelantada para ser una adolescente, me hubiera gustado que sea
mayor, como de treinta y cinco mínimo.
Como parte de la historia te lleva a sentir nostalgia
por el planeta perdido, por los vestigios del ser humano, ahora en ruinas, como
las grandes obras pictóricas, la música clásica, los edificios preciosos; ver
las ciudades convertidas en mausoleos me dejó bastante triste. Creo que es uno
de los aspectos que más me mueven de estas propuestas postapocalípticas. Pero
en la novela no hay guerras, no hay batallas, no hay radiación producto de
irresponsabilidad humana, como se dice en la película, es como si el planeta
quisiera deshacerse de nosotros.
IO es una película con imágenes muy bonitas y una historia interesante para
los que le gustan el género, pero sin caer en invasiones extraterrestres o
catástrofes de volcanes en explosión. En esta película, el desastre es
invisible porque cambia la composición de la atmósfera. Es una muerte
silenciosa. O no una muerte, es un nuevo comienzo si pensamos que el cambio es
inherente al universo, que todo el cosmos cambia de manera constante. Y a nosotros, que vamos arriba de un planeta, a veces estos cambios nos impactan.
Leyendo otras reseñas encuentro casi todas
críticas negativas que apuntan a la lentitud, pero para mí no es algo negativo,
sino que me gustan mucho esas películas de ritmo lento, que uno tiene que ir
hilando las imágenes y las palabras, en una película de cierta
introspección.
El final me gustó mucho, aunque no voy a
comentar por el spoiler, me pareció bonito y acorde a la trama que estaba
planteando.
¿La vieron? Para quienes tienen Netflix
pueden aprovechar que aún no la han quitado.
Besos y a
disfrutar de nuestro hermoso planeta, el que aún nos quiere
