miércoles, diciembre 15, 2021

Por trece razones de Jay Asher

 

Por trece razones de Jay Asher

Comencé a ver la serie de Netflix de Por trece razones y la dejé porque quise leer antes el libro. Por fin me puse a leerlo y no me arrepiento ya que fue una lectura entretenida.

            Por trece razones es la primera novela de Jay Asher. Fue publicada en el 2007 y fue un éxito de ventas. La obra trata de las razones, expuestas en una serie de cintas, que llevaron a Hanna Baker a suicidarse. Es ella misma quien las graba y cada cinta está dedicada a ciertas personas donde expone todo lo que le hicieron a ella cada una de estas personas que ella nombra. Cada uno de ellos debe escuchar la cinta y pasarla al siguiente en la lista.

Hanna Baker es una estudiante nueva del instituto, una adolescente como cualquiera. Se enfrenta a la ferocidad de la adolescencia, donde aparecen las competiciones de quién es más lindo, a los primeros encuentros románticos, las primeras borracheras, rechazos y fiestas.

            Me atrapó, más que la historia en sí, la forma en que la novela está contada. En cursiva aparece la voz de Hanna, grabación tras grabación, intercalado con lo que piensa y hace el protagonista, Clay Jensen, en tanto escucha las cintas.

            A medida que pasan las grabaciones, conocemos a los otros personajes, pero solo a través de Hanna y de Clay. Los demás no tienen voz ni tienen manera de defenderse, ni de dar su punto de vista de los sucesos.

            Toda la trama se desarrolla en una noche, durante el momento en que Clay escucha la voz de Hanna y recorre los lugares donde sucedieron los acontecimientos que ella narra.

            Un aspecto positivo de esta obra es la escritura ágil, que hace que se lea muy rápido. Además, los personajes cambian y uno puede seguir la transformación, aspecto que quiero desarrollar más abajo en la sección de spoiler.

            El mensaje principal de la obra es entender que siempre uno afecta a alguien más con sus acciones. Por más que la acción sea no saludar o girar la cabeza, o una broma que parece tonta, puede afectar mucho a otro, directa o indirectamente. Parece inspirado en el efecto mariposa: el aleteo de una mariposa puede desatar una tormenta del otro lado del planeta.

            Se me hizo una lectura novedosa porque, por momentos, me parecía estar en un videojuego, por eso de ir marcando lugares, haciendo una lista con personajes. Eso hizo que me metiera aún más en la historia.

También recordé puntos en común con otra novela que leí hace rato, Violet y Finch. En ambas aparece el tema de recorrer sitios para despertar nostalgia, para enfrentarse a las ausencias.

            Como aspectos negativos, ciertos aspectos de la trama no me cerraron, y sentí que perdía verosimilitud.

           


Es una novela interesante, sobre todo por cómo está contada más que por el tema de las relaciones conflictivas entre adolescentes.

Por otro lado, en esas trece razones y en esa lista de culpables falta alguien: Hanna Baker.  Me preocupa la romantización del suicidio adolescente, que tomen la obra como un canto de libertad y rebeldía social. El bullying es la primera causa de suicidio adolescente, según la OMS (1). Distinto sería si nos mostraran que uno puede luchar contra el acoso y seguir vivo.

 

Buenas lecturas y hasta la próxima…

 

SPOILER (seleccionar para leer)

Pobre Clay, pensé. Está ahora en una situación horrible. Ahora los demás saben que él es el buenorro y el acoso irá contra él, ya que saben que no tiene esa malicia para defenderse o vengarse. Ahora él deberá convivir con los demás, sabiendo qué hicieron los otros. Por lo tanto, Clay ahora es cómplice. Si no dice nada sobre la violación de esa chica en tanto ella estaba alcoholizada, es cómplice de violación. Si lo dice, debe también decir lo de las cintas. Y Clay se convierte en el buchón, en el traidor de ese pacto social que hace el silencio, del cual también Hanna formaba parte.

La novela me dio un mensaje opuesto del que el autor pretende dar, por eso me puse a leer otras reseñas. El mensaje que obtuve es que ella era peor que todos los demás. Porque vio la violación y no hizo nada, ni siquiera la denuncia, y porque lo pone a Clay en una situación horrible por ser bueno. La maltratadora que se suicida porque la han maltratado.

Al comienzo sentí pena por ella, me pareció una víctima y Clay el victimario, pero la víctima es Clay, no ella. Hanna se transformó en una manipuladora. Incluso, ella lo dice, que ella vio la violación y no hizo nada.

REFERENCIAS

1.https://diariofemenino.com.ar/df/el-bullying-primer-causa-de-suicidio-adolescente-segun-la-oms/

sábado, diciembre 11, 2021

Nunca falta nadie de Catherine Lacey

Nunca falta nadie de Catherine Lacey


 Elegí esta novela porque la sinopsis pintaba bien: una mujer decide irse a Nueva Zelandia. La obra parecía de descubrimiento, de viajes, en un lugar que no suele estar presente en las novelas que leo. Es un win win, me dije. 

NUNCA FALTA NADIE es la primera novela de la escritora norteamericana Catherine Lacey, obra publicada en el 2014. De ella se ha dicho que es la nueva voz de la literatura y Nunca falta nadie fue considerada la mejor novela del año. Creo que haber leído esto también me empujó a leer la novela: si era una nueva voz, la mejor novela, estaba segura de que la lectura sería interesante. 

Nueva Zelanda



La novela trata de una mujer casada, Elyria, con un profesor de matemáticas llamado Charles Riley. Ella es licenciada y trabajó como guionista para la CBS. Vive en Nueva York, en la zona de Manhattan, y no parecen tener problemas monetarios, con un matrimonio feliz. Un día, sin decir nada a nadie, Elyria se va a Nueva Zelanda, llevando el papel con una dirección que un escritor le dio tiempo atrás, luego de decirle que puedes visitarme cuando quieras. A partir del viaje descubrimos sucesos tristes, pero está contado desde una óptica de una mujer que por momentos no es madura, sino que cree que al llegar, el señor Wener la dejará vivir en su casa como si nada. Los demás que la llevan en auto, ella hacía autostop, también tienen que cobijarla porque ella así ya:


...no doblaba sábanas ajustables ni tenía que entregar ningún trabajo antes de una fecha límite, ni hacer la compra ni pagar impuestos ni llamar a números gratuitos para quejarme.


Es decir, ella podía vivir solo regando dos rabanitos en la huerta del señor Werner. Y me dije qué suerte tiene esta mujer, sale de la casa de su madre, luego va a la casa de un marido y luego se busca a otro que le permita ahora sí, vivir bien sin hacer nada. No pude entender a la protagonista ni empatizar con ella. Me daban ganas de gritarle que madure de una vez. 


Se acercó una camarera y le dije lo que quería comer, una información que de repente me pareció demasiado personal para decírsela a una desconocida, qué cosas quieres que se transformen en tu cuerpo.


Nueva Zelanda
Pero la protagonista puede ser inmadura, caprichosa, puede decirle al dueño de la casa no puedes echarme de tu casa. Puede ser la historia de una mujer que va madurando durante el viaje, me dije mientras leía, pero no fue así, ella siempre es la misma. Y luego, me encontré con un narrador también difícil de seguir. 




Otro aspecto que no me convenció fueron las repeticiones. Todos los que la llevan en auto le dicen que tenga cuidado, que no se acerque a los hombres que son peligrosos. ¿Por qué son iguales? Todos le abren la puerta de su casa, a una desconocida, y la invitan a quedarse a dormir como si nada, como si fuera un pariente lejano. Los pobladores no tienen diferencias, hablan igual, piensan igual, se comportan igual. 


New York



Para finalizar, diré que hay reseñas muy buenas de esta obra. Para algunos es una novela excelente. Incluso, varios señalan que es una novela deprimente. Para mí no lo fue porque se me tornaba una especie de parodia de la generación actual que cree que son el centro del universo, que todo hay que darles sin mucho esfuerzo y de que tienen “derecho” a hacer lo que quieran, incluso si eso afecta negativamente a la vida de los demás. Luego leí que a otros les pareció angustiante. 

Sobre Nueva Zelandia, registré varios lugares como Wellington, Napier, Taupo, Papakura. Pero la autora no dice nada de las costumbres, algo que resulte novedoso de esas ciudades. Solo nombra los lugares, pero todos son idénticos: autos que van y vienen, bares, autopistas, y calles. 





Nunca falta nadie no es una novela para todos. Algunos podrán amarla y para otros será una lectura que no llega a la altura de lo que promete. 


Hasta la próxima y buenas lecturas


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