Últimamente se me ha dado por la ciencia
ficción. Vengo escapando de historias románticas. Así fue que leí Solaris, una novela pendiente desde hacía años. Buscando por las librerías virtuales, marqué una
serie de portadas que me han gustado mucho por el arte y es que las portadas de
poesía y de ciencia ficción tienen, por lo general, un arte de tapa que me
gusta como si uno observara una obra pictórica.
Además,
estoy terminando una novela que se centra en un mundo del futuro y estoy
ideando la portada. Seguramente me inclinaré por algo matemático, como líneas y
cuadrados pero aún está muy esbozada.
Esta
son algunas de las portadas que anoté, no son todas de ediciones en español.
Algunos ya los leí y otros los tengo pendientes. ¿Leyeron algunos?
1984 de George Orwell
nquietante interpretación futurista basada en
la crítica a los totalitarismos y a la opresión del poder, situada en 1984 en
una sociedad inglesa dominada por un sistema de “colectivismo burocrático”
controlada por el Gran Hermano. Un hombre llamado Winston Smith intentará
rebelarse contra ese control, manipulación y autoritarismo. Smith trabaja en el
Ministerio de la Verdad. Su
cometido se limita a escribir la historia de manera que siempre coincida con
los intereses y predicciones del partido, así como a hacer desaparecer de los
diarios, archivos, etc... los nombres de las personas molestas. Progresivamente
se rebela contra la vida que le han obligado a llevar, y con toda clase de
precauciones, intenta conservar un diario donde escribe sus dudas, sus
pensamientos y sus sentimientos.
Nosotros (We) de Yevgeny Zamyatin
Una novela atípica, similar a 1984 y Un mundo
feliz. Aquí hallamos una sociedad donde, aparentemente, reina la felicidad,
bajo la férrea tutela de un estado único, regido por una sola persona, al que
todos deben obediencia ciega. Han desaparecido los nombres de las personas: son
sólo números, y estos números se visten igual y tienen una vida rigurosamente
controlada. En Nosotros, el proyecto utópico se ha desarrollado, pero el resultado
es terrible y cruel.
Están entre nosotros de Donovan Chuck
El «Zehit» es una de las «servo-máquinas» con
aspecto humano procedente del espacio que están entre nosotros. Su misión en la Tierra es infiltrarse y
preparar el camino para el plan maestro de «La Mente », su amo, que llevará al exterminio de los
humanos y a la invasión del planeta. Pero un malfuncionamiento en una de las
«servo-máquinas» puede cambiar el destino del planeta si logra sobrevivir al
acoso de los humanos y de sus iguales guiados por «La Mente ».
El juego de Ender de Orson Scott Card
Ender nace para ser entrenado en una estación
espacial después de que su hermana mayor y su sádico hermano Peter hayan sido
declarados no aptos. Los jóvenes se distribuyen en grupos que compiten entre
sí, en gravedad cero, con armas que paralizan sus armaduras. Ender asciende
rápidamente en la jerarquía de la estación y se convierte en un líder nato, en
la persona capaz de dirigir a las flotas terrestres contra los insectos de
otros mundos.
Metro 2033 por Dmitry Glukhovsky
Año 2033. El mundo está reducido a escombros.
La humanidad está cerca de extinguirse. La mitad de las ciudades han sido
destruidas y se han vuelto inhabitables a causa de la radiación. Al otro lado
de sus límites, se extienden interminables desiertos calcinados y los restos de
lo que, algún día, fueron bosques. Los supervivientes apenas recuerdan el
esplendoroso pasado de la raza humana.
Futu.re de Dmitry Glukhovsky
En el siglo XXV, la humanidad ha alcanzado la
inmortalidad gracias al agua viva, el agua vital que se reparte de manera
gratuita entre la población de la Europa Unida. La muerte ya no existe, pero la
superpoblación ha convertido en limitados algunos recursos, como el aire y el
espacio.
En dicho mundo, cuando una persona quiere tener
un hijo debe administrarse una inyección de vejez para morir y dejar lugar a su
sucesor. Naturalmente, hay quien intenta tener hijos de manera clandestina y
conservar la inmortalidad. La
Falange es la organización policial encargada de perseguir a
estos disidentes.
Yan es uno de los Inmortales, como también se
conoce a los miembros de la
Falange. Un día recibe un singular encargo: asesinar al
número dos de una formación política clandestina que lucha por el derecho de
los ciudadanos a tener hijos libremente.
Guía del autopista galáctico de Douglas Adam
Un jueves a la hora de comer, la Tierra es inesperadamente
demolida para poder construir una nueva autopista hiperespacial. Arthur Dent,
un tipo de lo más corriente que esa misma mañana ha visto cómo echaban abajo su
propia casa, considera que eso supera lo que una persona puede soportar. Pero,
desgraciadamente, el fin de semana no ha hecho más que empezar, y la galaxia es
un lugar extraño y sorprendente. Arthur huirá de la Tierra junto a un amigo
suyo, Ford Prefect, que resultará ser un extraterrestre emparentado con Zaphod
Beeblebrox, un pirata esquizoide de dos cabezas que fue Presidente de la Galaixa , en la nave del
cual conocerá al resto de personajes que lo acompañarán a lo largo de su
periplo espacial: un androide paranoide y una terrícola que, como él, ha
logrado escapar.Gracias a esta ineludible aventura, Dent descubrirá muchas
cosas acerca de la existencia, pero tal como aconseja la "Guía del
autoestopista galáctico", que no cunda el pánico.
Crónicas Marcianas de Ray Bradbury
Un clásico del siglo XX: la obra que consolidó
a Bradbury como uno de los mejores escritores de la narrativa norteamericana.
Esta colección de relatos recoge la crónica de la colonización de Marte por
parte de una humanidad que huye de un mundo al borde de la destrucción. Los
colonos llevan consigo sus deseos más íntimos y el sueño de reproducir en el
Planeta Rojo una civilización de perritos calientes, cómodos sofás y limonada
en el porche al atardecer. Pero su equipaje incluye también los miedos ancestrales,
que se traducen en odio a lo diferente, y las enfermedades que diezmarán a los
marcianos. Conforme a su concepción de lo que debe ser la ciencia ficción,
Bradbury se traslada al futuro para iluminar el presente y explorar la
naturaleza humana. Escritas en la década de los cuarenta, estas deslumbrantes e
intensas historias constituyen un canto contra el racismo, la guerra y la
censura, destilando nostalgia e idealismo.
Neuromante de William Gibson
Gibson imagina un futuro invadido por microprocesadores,
electrónicos y quirúrgicos, en el que la información es la primera mercancía.
Vaqueros como Case se ganan la vida hurtando información... Conectan
directamente sus cerebros y penetran en un mundo de sueños, donde el
intercambio de información y el hielo protector aparecen en bloques tangibles y
luminosos... Gibson hace plausible toda esta imaginería técnica, la jerga
copiosa, la oblicua moral profesional, con verdadero ingenio y sin tediosas
explicaciones. En este espeluznante y sombrío futuro, la mayor parte del este
de Norteamérica es una única y gigantesca ciudad, casi toda Europa un basurero
atómico, y Japón una jungla de neón, corruptora y brillante, donde una
personalidad es la suma de sus vicios... La mala fortuna lleva a Case a la
ciudadela de un clan industrial que es dueño de un par de IA, los más costosos
y peligrosos artefactos que puedan encontrarse. Durante miles de años los
hombres soñaron con pactar con el diablo. Sólo ahora es ese pacto posible.