La Sibila (Mi lectura)

LOS ELEGIDOS DE DIOS

Tenía ganas de leer una novela sobre la antigüedad. Me decidí por LA SIBILA de PAR LAGERKVIST, una historia con una reflexión profunda sobre el ser humano y la relación con lo sagrado.

   Esta novela es la historia de una pitonisa de Delfos que recuerda desde que es elegida hasta que es anciana. La conocemos cuando ella se encuentra con otra persona en tanto vive en una cueva con un hijo adulto que padece alguna alteración mental que lo mantiene como en otro mundo. La persona que se acerca es un hombre que le pide ayuda para quitarse una maldición de Dios. Los dos son elegidos por Dios, los dos condenados a ser elegidos. ¿Qué los une? ¿Ella podrá salvarlo?

ASÍ COMIENZA

En la falda de la montaña, sobre Delfos, había una casita habitada por una vieja con un hijo idiota. La casa consistía en una sola pieza, y uno de sus muros, siempre húmedo, era la montaña misma. En realidad, sólo era un miserable albergue que alguna vez construyeron allá arriba los pastores. Se la veía completamente sola en medio de la montaña salvaje, colgada encima de la población y del área del templo sagrado. La mujer abandonaba rara vez la casa; el hijo nunca.

Es la primera vez que leo al autor. Lagerkvist nació en 1891 en el sur de Suecia. Estudió arte y literatura en la Universidad de Upsala. En 1916 fueron publicados sus primeros poemas. También escribió ensayo, cuentos cortos, novelas y obras de teatro. En 1951 ganó el premio Nobel de literatura. Falleció en 1974. Sus obras giran en torno al pesimismo,a la religiosidad y a la condición humana.

   La Sibila comienza con un hombre que fue maldito por un condenado que transportaba su cruz para ser crucificado. No lo dice, pero nos damos cuenta que es Jesús. La maldición sucede porque él le pide al hombre de la cruz que no se apoye en su casa. Entonces, el condenado lo maldice con la inmortalidad. Al comienzo, este hombre solo tiene miedo, pero luego descubre que la maldición es correcta y busca  a la que fue pitonisa y que vive recluida en una cueva en las afueras de Delfos. Dicen que ella es la elegida de Dios, que tiene poderes y que podría ayudarlo. Él, con anterioridad, quiso consultar al oráculo de Delfos pero no lo dejaron entrar.

Que éste es el mundo mío, el del hombre sin hogar, condenado por dios al eterno dolor de su alma.

   De la  pitonisa, se cuenta, que pecó contra Dios, por ese motivo fue expulsada del templo y se convirtió en una paria, porque no hay peor cosa, para ese entonces, que ser elegida y amada por Dios y terminar por traicionarlo.

   En ese encuentro, dentro de la cueva, ambos se contarán sus penas y reflexionarán sobre su relación con Dios. Intentan comprender cómo un dios que se dice ser misericordioso, es tan cruel con aquellos que no lo siguen, o contra aquellos que él mismo creó, a pesar de haberles regalado el libre albedrío, la libertad de elegir.

Sólo los dioses poseen múltiples destinos y nunca tienen necesidad de morir. Ellos poseen todo y sobreviven a todo. Lo tienen todo… menos la felicidad del hombre. No la conocen nunca, y por eso nunca se la envidian. Y nada los vuelve tan malos y crueles como la temeridad de los hombres para ser felices, la temeridad de los hombres para olvidarlos ante la dicha terrenal. Entonces desatan su venganza. Y les ponen una rama de su árbol en la única mano que les queda.

   Pero así como los humanos no entienden el amor divino, Dios no comprende el amor humano.

Vivía otra vez en mí, con una sangre nueva que yo misma le proporcionaba, la sangre de mi propio corazón, la misma con que lo había amado; la sangre de los amores humanos de los que los dioses no saben nada.

   En tanto leía, me pareció interesante cruzar esta lectura con El gran inquisidor de Dostoievski, un relato que leí hace años, que se centra en un inquisidor que le dice a Jesús, en su segunda venida, por qué Dios falla en su relación con la humanidad. Una lectura indispensable, según mi opinión.

   Más allá de las reflexiones sobre la relación del ser humano y las deidades, es interesante adentrarse en las costumbres del templo de quemar hojas de laurel, de conocer los ritos de los oráculos.

   Las PITONISAS podían predecir el futuro consultando los oráculos,  y eran consultadas a menudo. La palabra deriva de “pytho”, Pitón, la serpiente que  mató al dios Apolo. Por este motivo, la pitonisa de Delfos ejercía su don en el templo de Apolo. Para consultar el oráculo, estas mujeres solían sentarse en un rincón inaccesible para el público, sobre un trípode.

   Las pitonisas vivían en el templo y no podían dejar el cargo. Debían mantener estrictos códigos de conducta. Cuando profetizaba, un sacerdote la escuchaba y luego escribía sus dichos en versos, pero tiempo después, se hizo en prosa. Parece que el oráculo de Delfos se hizo famoso por la cantidad de adivinaciones acertadas.

Sobre el estilo de escritura de la novela, me gustó la manera de narrar entre poética y despojada, con repeticiones y algunas frases con un tono ensayístico. Me conmovió en ciertos pasajes. Me gustaría seguir leyendo a autor, veré si puedo conseguir algún otro libro.

CONCLUSIÓN

La sibila es una novela preciosa y profunda que narra el misterio de lo sagrado con una tensión entre el amor y el odio, la devoción y el temor, la entrega y la huida, todo ese misterio divino que es demasiado grande para ser comprendido por los seres humanos, o todo lo contrario: ¿lo divino es solo una proyección de lo humano?

Besos y hasta la siguiente lectura...