Hacía rato que tenía ganas de leer sobre este género epistolar y, mirando mi lista de pendientes para mi maratón, me acordé de CARTAS DE AMOR A NORA BARNACLE de James Joyce.
Me encanta escribir cartas.
Cuando tenía unos veinte años me sumé al PenFriend y recibía cartas desde
Lituania hasta Japón. Escribir en papel y enviar la carta siempre me resultó un
acto mágico. Y al recibir nuevas cartas, disfrutaba de descubrir la letra,
hasta el papel en el cual habían escrito. Recién comenzaba mis estudios de
antropología y era como viajar. Luego quise retomar pero los mails mataron la
magia de escribirse. Ahora es tan fácil que aburre. Y no es lo mismo. En esto
me considero una nostálgica.
A raíz de sus viajes y para superar el sufrimiento de
extrañar a su esposa, James Joyce mantiene correspondencia con su mujer durante varios años. El libro
fue editado en 1975 bajo el título de Love
letters to Nora Barnacle. Estas cartas abarcan un período desde 1904 a
1909, así como 1911 y 1920 y fueron escritas desde Dublín, Trieste, Londres. Como dato curioso, una de estas cartas fue subastada por 500.000 dólares. (1)
Esta obra puede relacionarse con otras que compilan cartas entre
amantes como Kierkegaard y Regina, Kafka y Melina.
Comencé a leer esperando que hubiera más lirismo, pero eso sucede en
las novelas epistolares, según parece, porque en la vida real la gente es más
práctica. De todas maneras James Joyce parecía un hombre tierno, al menos en los apodos con
los que llamaba a su esposa: Lindos zapatitos marrones, Carissima, Pequeña
butterfly, etc.
La vida aún me esperaba si es que decidía entra en ella
Debo confesar que por momentos me sentía rara como si estuviera
leyendo un diario privado, porque algunas
cartas son bastantes explícitas ya que James cuenta a su esposa las fantasías sexuales que tiene para poder
masturbarse porque era incapaz de estar con otra y porque la extrañaba. Y las fantasías
son así, imaginaciones de lo más floridas sobre todo si son creadas por un
artista. James no se priva de nada volviéndose un poco bizarro por momentos.
Como aspecto negativo no en sí sobre las cartas que son cartas y no son criticables ya que forman parte de la vida de una persona, pero sí sobre la edición que leí, me pareció que le falta algo. Me hubiera gustado un poco de información sobre el contexto de la carta, información sobre los lugares y los sucesos que acontecían en ese momento, para enriquecer la lectura. Por ejemplo, datos biográficos o detalles de las direcciones que se mencionan, porque así solo, sentía que le faltaba algo. Lo bueno es que te mueve a buscar información. Pero insisto, hubiera sido una mejor edición al incorporar algo más que cartas una detrás de otra.
A través de estas cartas podemos adentrarnos en la personalidad de James Joyce. Detestaba Irlanda y Londres, sobre todo el modo de vida de los
irlandeses. Se había alejado de la Iglesia Católica expresando en unas de las
cartas: “Cuánto odio a Dios y a la muerte”. Además odiaba la parodia social de
la hipocresía expresando que todos llevamos máscaras. Se define una persona
libre, no soporta la bajeza de la gente, su esclavitud y su domesticidad.
Cuando estoy contigo me despojo
de mi naturaleza desconfiada y despectiva.
Sobre la pareja, se conocieron en junio de 1904 (las correspondencias
en esta obra comienzan en julio de 1904). En tanto Joyce caminaba vio a Nora,
le gustó, la paró, se presentó y se citaron en Merrion Square 1. Luego, muchos
años después, se casaron, recién en 1931, tuvieron dos hijos.
Jamás se separarían.
Uno de sus hijos, Lucía, sufrió de esquizofrenia y vivió durante años
encerrada en un hospital psiquiátrico. Lo menciono porque Lucía se enamoró de
Samuel Beckett, pero no fue correspondida. Por eso conocía la historia tan
triste cuando busqué información sobre Beckett cuando terminé de leer Molloy.
Sobre esta historia de amor hay una película llamada Nora y es del año 2000. ¿La vieron?
TRAS LOS PASOS DE… JAMES
Registré los sitios desde los cuales se escribieron las cartas.
Algunos que busqué son: 60 Shelbourne Road, Sandymount, Merrion Square.
44 Fonteroy Street (Irlanda) |
Sandymount (Irlanda) |
Merrion Square, frente de la casa de Wilde donde se citaron, quizás (Dublín, Irlanda) |
Luego de leer estas cartas me dieron ganas de comprarme unos sobres y
comenzar a escribir de nuevo a mano, con lapicera fuente. Lástima que es tan
caro hoy día en mi país el envío internacional. No obstante, no pierdo las esperanzas de, aunque sea,
meter una carta en una botella y lanzarla la próxima vez que visite el mar.
Me despido hasta la próxima con una de las frases más bonitas que marqué.
NOTAS
Hola gracias por la recomendación. Saludos.
ResponderEliminarPUes no es un libro con el que me hubiera animado, pero ahora un poquito me has picado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Holaa!! pues suena interesante pero no termina de convencerme, así que esta vez lo dejaré pasar, pero gracias por la reseña:3 a mi también me gustaría que se volviera a poner de moda lo de escribirse en hoja y papel, no mails.
ResponderEliminarBlessings!!