A todos
aquellos que disfrutan de las distopías, recomiendo no dejar pasar la
novela que puede agregarse en los orígenes de este género: NOSOTROS de YEVGUENI ZAMIATIN.
Esta obra influenció en la escritura de 1984 de
Orwell y a otras distopías clásicas: Un mundo feliz de Huxley y Fahrenheit 451 de Bradbury. Encontré
en Nosotros un poco de cada una de
ellas, pero sobre todo en la novela de Huxley. Creo que podemos ver indicios de
la novela Zamiatin en todas las distopías actuales.
Nosotros fue escrita entre 1919 a 1920,
y publicada en 1921. Zamiatin es un autor ruso nacido en 1884. Se unió a
los bolcheviques. Luego fue arrestado, se exilió y vivió en Finlandia, en Francia.
Comenzó a escribir como un hobbie. Fue conocido gracias a una novela con un
mensaje de oposición a la guerra: En
medio de la nada. Varios años después publicó Nosotros, que fue prohibida en URSS. En 1923 fue publicada en
Inglaterra, por lo tanto, se fue conocido primero entre los lectores de habla
inglesa. En 1932 fue publicada en Francia Por esta novela el autor debió
exiliarse, y se radicó en Francia.
Fue la desilusión al observar el rumbo
totalitario de la Revolución Rusa del 17 que inspiró al autor a escribir
críticas a las consecuencias de borrar la libertad a través de la masificación
igualitaria, incluso en nombre del bienestar para la humanidad. En este sentido
fue un adelantado, como tantos artistas, que supieron vislumbrar procesos presentes
y proyectarlos hacia el futuro a la manera de: ¿Qué pasaría si? Algunos dicen que Nosotros retrata al régimen de Stalin, pero Stalin vino después que
él escribiera la novela. Yo creo, es una mera opinión, que observó ciertos
procesos que le hicieron pensar en la masificación humana en pos de un bien
común: la felicidad. Los socialismos no dejan de ser un discurso utópico que
proclaman el fin de la desigualdad, y una igualdad aplicables a todos a
cualquier costo. La masificación justificada por una felicidad para todos.
TE ESPERO
DETRÁS DEL MURO
Nosotros está escrito en forma de
diario o de registro tipo crónica del protagonista, D530, que le habla a un lector contándole los sucesos que vivió a
raíz de la finalización de la
construcción de una nave, llamada Integral. Él es ingeniero y fue el creador de
la nave que llevará a la forma de gobierno a otro planeta.
La sociedad que muestra es la que sobrevivió
a la Guerra de los Doscientos años que
dejó una enorme mortandad. Los seres humanos se refugiaron en una ciudad
aislándose tras un Muro Verde. Del otro lado quedó la naturaleza, ese
salvajismo sin razón; detrás del muro, una sociedad organizada a través de un
racionalismo matemático.
Este artilugio del muro que separa una sociedad de otra
también es presentada en Un mundo Feliz de Huxley y en El cuento de la criada de
Atwood. La sociedad es dominada por un elite, implantado un gobierno
totalitario, gracias a esa clausura. La situación de clausura, modelo vigente
en esos años cuando el autor escribió, toma el modelo de la fábrica, del
hospital, de los encierros, modelo cerrado en las sociedad disciplinarias analizadas por Michael Foucault. Este
aislamiento permite construir la subjetividad mediante un poder microscópico,
que llega a cada sujeto y lo construye en las relaciones de poder, gracias a un
poder disciplinario que transforma a los individuos en cuerpos dóciles, útiles
para el sistema. Tenemos que pensar en la época de las fábricas, en la época
que se descubre que los cuerpos pueden trabajar y producir, por lo tanto,
gracias a la disciplina, producen más al controlar el tiempo, al volver al
cuerpo efectivo: es un cuerpo que rinde para el trabajo capitalista. La
medicina acompaña también en este proceso porque un cuerpo enfermo es un cuerpo
que no trabaja, y es necesario un cuerpo sano, saludable, que se cuide, para
que no falte al trabajo. Un día de licencia médica, es pérdida para el
empleador. Una mujer que se embaraza, es pérdida para el empleador, por este
motivo algunas mujeres deben firmar contratos con acuerdos a no tener hijos
durante X cantidad de años, por ejemplo. Liberar a la mujer del embarazo podría
interpretarse, según esta cosmovisión, en una manera rápida de insertar a la
mujer de nuevo en el mercado laboral.
Es
fascinante cómo la imagen del muro
pervive en nuestros días: el muro de
Berlín, el muro entre México y Estados Unidos. Muros y muros que separan y
delimitan poblaciones.
El mundo de Nosotros sucede en un futuro, suponemos.
No hay mención de la época y del lugar, pero lo imagino en el futuro porque
menciona la posibilidad de manipular el cuerpo para llegar a la mente. Un
sistema de dominio que hoy podemos relacionar con el control genético, pero
tenemos que pensar en que los avances en ese campo no estaban en la época de
Zamiatin, cuya inspiración fue su Rusia con el control totalitario.
El tipo de distopía que se plantea en esta novela puede llamarse
política, de control
de la población a través de un Estado, el Estado Único, que manifiesta
haber eliminado la infelicidad, los conflictos, el sufrimiento, a través de
aplicar una tarea rígida, de haber construido viviendas de vidrio, de manera
que nadie oculta nada. No se oculta nada, se vive con cierto ritmo, se trabaja
y se dispone de beneficios que otorgan bienestar y felicidad. Así planteada no
parece tan mal, salvo que los beneficios se producen a costa de perder la
individualidad, el libre albedrío. Otros piensan por ellos: los Protectores. Se
ofrece a otro la racionalidad, se deposita en otro el destino. Siempre recuerdo
el cuento de Dostoievski, El gran
Inquisidor, cuando el Inquisidor dice que el ser humano no quiere libertad,
quiere encontrar un ser ante quien inclinarse. Es decir, quiere liberarse del dolor
que causar decidir. Es que la libertad es la obligación a decidir siempre. Y
decidir conlleva a sopesar la responsabilidad.
El gobierno de Nosotros se basa en dos consignas, parecen sacadas de la Revolución
Francesa, “Unidad e igualdad”. Todos son “nosotros”. “Nosotros” es la gran masa
de seres humanos anónimos, sin nombre. El modelo de control es a través de la
ciencia pura, la matemática. Esto me pareció interesante. No es la medicina,
como hoy podría esperarse, a través de los genetistas. Son los matemáticos y
físicos. Se implanta un racionalismo de lo mecánico. Este tema de lo mecánico
era el modelo de la época del autor. Ahora nosotros vivimos bajo el
racionalismo de lo digital.
Pero ni las matemáticas ni la muerte se han equivocado hasta ahora.
Algunos planteos me dejaron pensando. Por
ejemplo, el protagonista cuenta que antes algunos tenían el privilegio del
amor. Los individuos, un porcentaje de la población, eran rechazados o buscaban
toda su vida un amor y se morían sin poder amar a nadie. Habla del amor
romántico. Con el Estado Único todos pueden amar porque se establece que cada
ser humano posee el mismo “derecho” a un pareja. No hay nadie que no pueda
vivenciar el “amor”, las relaciones humanas. No existen los aislados o solitarios,
como hoy día, por ejemplo, pensaba. El igualitarismo
sucede hasta en el amor, en la forma de vivir, en las horas de trabajo, en la
forma de pensar, de caminar por la ciudad, de vestirse. Y también pensaba que
es inhumano porque implantar una sola manera de pensar, aun a costa de proponer
un bien común para todos, no deja de destruir nuestra diversidad en pos de una
vida de uniformados. Esto es el totalitarismo, tal cual son las doctrinas, y es
la crítica, aún vigente, que nos ofrecen las distopías, hasta las de hoy.
En la novela, aparece un medio de control a
través de la medicina, idéntico al rol actual de control la
normalidad y anormalidad como institución hegemónica que ha desplazado a la
Iglesia en un proceso de secularización. Si pensás por vos mismo, nos cuenta
D530, estás enfermo, porque tenés alma. No podés pensar por afuera de
“nosotros” porque se rompe el “nosotros” y sos un “yo pienso”. Sos un enfermo.
Y ahí aparece la medicina, para volver “sano” al “enfermo”, para que la persona
vuelva a su estado de “normalidad”. Los médicos apelan a denominar “loco” a
quien es peligroso, por ejemplo. Un ejemplo lo pueden encontrar en el destino
del piloto que marcó el sitio para bombardear Hiroshima, y se arrepintió. Se
puede leer en la compilación de cartas en El piloto de Hiroshima de Günther Anders donde hablan sobre el tema de
las bombas nucleares con el piloto que termina internado en clínicas
psiquiátricas porque está “loco” porque ningún cuerdo se arrepiente de
haber ganado la guerra. Y en Nosotros se lee:
Un buen médico comienza el tratamiento ya en la persona sana. A esto se llama profilaxis.
La novela,
me pareció, tener un ritmo un poco lento al comienzo, pero en los tramos
finales no podía dejar de leer. Al estar escrita como lo haría uno de los que
vivieron en esa sociedad, nos metemos en su mente, en la forma en que la
persona percibe y padece, cambia de opinión, intenta pensar por sí mismo,
cumplir con su labor. Me gustó esta técnica de poder “ver” a través de los ojos
de un protagonista.
No puedo
contar más de la novela por el spoiler.
NOSOTROS DE ZAMIATIN es una novela para pensar, para entender las discusiones actuales en
torno a los regímenes donde existe una sola manera de pensar y de ser, incluso en
nombre de la felicidad y de la justicia, de la igualdad y el bienestar.
Gracias por la recomendacion no termina de convencerme. Saludos
ResponderEliminarHola, espero que te enganches con la próxima, será sobre la vida de un escritor. Besos!
EliminarHabía oído hablar de esta novela que es francamente interesante. La URSS de Lenin ya era dominada por la policía política, la cheka, y las ejecuciones masivas así como detenciones arbitrarias ya eran comunes en 1918-1922 así que Zamiatín ya tuvo bien donde inspirarse lo que produjo su exilio, y suerte para él que no le pegaron un tiro, y pudo exiliarse. La fase psoterior de Stalin intensifica la represión inicial pero no es algo sustancialmente distinto de los años iniciales. La revolución se impuso por el terror, sin él no hubiera triunfado. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola, la verdad que fue un hombre con mucho valor escribir sobre lo que contás de la época de Lenin y tener que abandonar su país. Y encima después le cae Stalin. Es lo interesante también de la literatura, esa crítica social que permite a su tiempo, pero también al tiempo posterior, ya que hoy día sigue vigente y se entiende, a pesar que escribió en otro idioma y el libro tiene casi cien años. Besos!
Eliminar¡Hola! No sabía de la existencia de este libro, pero es de los que me gustan. Este tipo de distopías me encantan, aunque es cierto que en parte se ven o se han visto en la historia del mundo (y se seguirán viendo, cosa que me entristece más). Muchas gracias por la completa reseña, me animaste a querer leer el libro ;)
ResponderEliminarPor cierto, he visto que estás jugando a The Witcher. ¡Yo también! Aunque desde el verano no sigo las andanzas e Geralt de Rivia jajaja. Espero que tú lo lleves mejor (yo por falta de tiempo no puedo).
Saludos <3
Hola. A mí las distopías me gustan mucho y este año seguro leeré varias. Espero te animes y te guste la novela como a mí.
EliminarMe encantan los videojuegos y comencé con The witcher, el uno, que a este ritmo, me llevará todo el año terminar y es que quiero llegar al 3 porque están filmando la serie y quiero tener ya los tres juegos jugados. La saga me encantaría pero no tengo tiempo para leerme todo. Ahh, qué buen personaje el Geralt, me encanta, es muy carismático.
Besos!