La última vez que participé en el reto de los LITERIGATOS fue hace como cuatro años atrás. Es ideal para aquellos que cuando ven a un gato no se
pueden resistir a llamarlos para ver si logran un prrrrr, como es mi caso, o que les hagan unas patitas, como les digo.
Los gatos han sido venerados en Egipto y hasta usados para descubrir fenómenos extraños como apariciones de fantasmas. En Egipcio era tan divinos que hasta tenían una diosa y una ciudad entera: Bubastis. Si un gato moría, realizan un largo duelo especial.
¿No te pasó que tu gato mira, alarmado, hacia un rincón, y vos no ves nada? Por estos sentidos tan particulares algunos creen que pueden predecir desastres naturales como terremotos. Incluso, accidentes o sentir que alguien va a morir. Hay muchos testimonios compartidos por las redes sociales.
¿No te pasó que tu gato mira, alarmado, hacia un rincón, y vos no ves nada? Por estos sentidos tan particulares algunos creen que pueden predecir desastres naturales como terremotos. Incluso, accidentes o sentir que alguien va a morir. Hay muchos testimonios compartidos por las redes sociales.
Y quiero contar algo que me pasó con mi gata.
Melina era una gata tranquila que no gustaba de recibir visitas y era muy apegada a mí. Cuando leía, le gustaba dormir en mi falda y no me quitaba la vista de encima nunca. Siempre le gustaba estar en el ambiente donde yo estaba. Por entonces, dormía conmigo a los pies de la cama. Una noche me despertó porque comenzó a hacer frente con la boca abierta, mostrando los colmillos, con los ojos desorbitados. Ella miraba hacia el baño. Yo alquilaba un departamento que tenía el baño que daba hacia la habitación. No saben el susto ya que vivía sola. Pensé que alguien se había metido por el ventanuco del baño y estaba ahí esperando para robar. No sabía si salir corriendo o meterme en el baño. Entonces, miré a Melina que seguía mirando hacia la misma pared, porque la puerta estaba abierta.
Melina era una gata tranquila que no gustaba de recibir visitas y era muy apegada a mí. Cuando leía, le gustaba dormir en mi falda y no me quitaba la vista de encima nunca. Siempre le gustaba estar en el ambiente donde yo estaba. Por entonces, dormía conmigo a los pies de la cama. Una noche me despertó porque comenzó a hacer frente con la boca abierta, mostrando los colmillos, con los ojos desorbitados. Ella miraba hacia el baño. Yo alquilaba un departamento que tenía el baño que daba hacia la habitación. No saben el susto ya que vivía sola. Pensé que alguien se había metido por el ventanuco del baño y estaba ahí esperando para robar. No sabía si salir corriendo o meterme en el baño. Entonces, miré a Melina que seguía mirando hacia la misma pared, porque la puerta estaba abierta.
Me levanté y prendí la luz del baño, pero no vi nada. La gata seguía mirando hacia la pared. Cuando la llamé, se acercó a mi lado sin dejar de mirar los azulejos blancos. Seguía erizada y caminaba en cámara lenta, aterrada. Clavaba los ojos en un punto y le hacía frente ¿a la pared? Me asusté por la gata. Hasta pensé en que tenía rabia o algo así porque jamás la había visto de esa manera.
Luego de un rato, la gata no se calmaba, así que decidí volver a la cama. Se acostó a los pies y continuó mirando hacia la misma pared, ya un poco más tranquila, pero igual seguía erizada en el lomo.
Apagué la luz e intenté dormir. Obvio que no pude. Cada tanto le hablaba a Melina a ver si se le pasaba el susto. Pero el susto me llegó a mí cuando sentí un ruido extraño en el baño, un ruido de roturas como de vidrio. Prendí la luz y vi que Melina volvía a hacer frente. Me mentí en el baño y observé cómo los azulejos de la pared se rajaban y saltaban uno a uno. Posiblemente fue un movimiento de tierra muy leve que produjo algo en la pared que se quedó con unos pocos azulejos. Durante uno o dos minutos pude ver las rajaduras producirse, correr como si alguien estuviera dibujando sobre el azulejo; luego, el azulejo saltaba de la pared y se hacía trizas. ¡El susto me dura hasta hoy!
Recorrí el resto del departamento pensando que era un sismo, pero no había sentido nada, ni temblor ni explosión, nada. El resto de la casa estaba en orden y tranquila. El resto del baño estaba perfecto, salvo la pared. No sé qué habrá pasado. Quizás Melina lo supo.
La imagen pertenece a Unsplash |
Dejando los misterios, vuelvo al reto para contarles que pertenece a Imaginatura
y ya va por el séptimo año. Es muy simple de seguir porque no demanda lectura
extra sino registrar cada vez que
encontramos un gato en un libro. Según la cantidad que encuentres subís de
nivel desde principiante hasta legendario. Esto me encantó porque es un
objetivo más.
Actualizaré esta entrada cada vez que encuentre un gato literario.
MIS LITERIGATOS
GATO 1
Libro: La conjura de los necios. Autor: J. Kennedy Toole
Gato callejero sin dueño ni nombre encontrado por Ignatius en la calle en tanto vendía hotdogs
Fragmento:
Gato callejero sin dueño ni nombre encontrado por Ignatius en la calle en tanto vendía hotdogs
Fragmento:
No, yo no estaba «jugando» con el gato. Yo sólo lo cogí para acariciarle un poco. La verdad es que era un gatito con pintas muy atractivo. Le ofrecí una salchicha. Pero el gato la rechazó. Era un animal con cierto gusto y cierta decencia. (...) Se dio por supuesto, al parecer, que el gato estaba sucio. ¿Cómo lo sabemos? Los gatos son animales que destacan por su higiene, los gatos están lamiéndose continuamente en cuanto sospechan la menor suciedad en ellos. Aquel inspector sin duda debía tener algún prejuicio contra los gatos. A ese gato no se le ha dado una oportunidad.
GATO 2
Libro: La mecánica del corazón. Mathias Malzieu
Gato sin nombre.
Libro: La mecánica del corazón. Mathias Malzieu
Gato sin nombre.
Un gato negro y muy viejo con modales de mozo se ha encaramado a la mesa de la cocina. La doctora le ha hecho un par de gafas. Montura verde a juego con sus ojos, qué clase. El gato observa la escena con aire hastiado; solo le falta ojear las páginas de economía de un diario mientras sostiene un puro, menudo patán.
GATO 3
4.
5.
¿Y ustedes tiene gatos? ¿Alguna anécdota para compartir?
Besos!
Me parece muy genial y original este reto, voy a echarle un vistazo; por cierto, que misterioso eso que paso con la gatita, yo tengo dos gatos pero no habia escuchado mucho sobre estas habilidades, solo lo tipico, que saben cuando van a llegar visitas. :D ¡Saludos!
ResponderEliminarHola, espero te animes, es un reto que te engancha porque tenés que estar atenta de encontrar gatos mientras leés. Besos!
EliminarHola es un reto muy interesante... me encanta los gatos voy a echarle un vistazo. Saludos
ResponderEliminarHola, ojalá te animes! besos y que tengas buenas lecturas
EliminarHolaaa
ResponderEliminarQue reto más chulo!!
Un besito ♡
Hola, está muy bueno! Besos!!
Eliminar¡Hola! La verdad es que me has acojonado. He leído lo que pasó con tu gata Melina y es que a mí me da un infarto épico ahí mismo. Uf... ¡Mola este reto! Es diferente, y ahora que lo pienso... hay poquitos libros en los que aparezca un gatito. ¡Con lo monos que son!
ResponderEliminar¡Un besito y hasta la próxima reseña! Mo-
Hola, la verdad que yo también casi me morí del susto.
EliminarNo suelen aparecer mascotas en las novelas, por lo general. A mí me encanta encontrar las menciones.
Besos y buenas lecturas!
¡Me ha encantado esta entrada! La historia que has contado de lo que te pasó con tu gata Melina da pánico.
ResponderEliminarEl primer gato que me viene a la cabeza de un libro es Crookshanks, el gato de Hermione Granger, e Iglesia, el gato de Cazadores de Sombras.
¡Nos leemos!
Hola, me alegra que te gustara. Una valiente mi gata Melina al final que hizo frente sabrá dios a qué.
EliminarA mí el gato que siempre me viene en mente es el de Alicia con esa sonrisa enorme. Besos!!
Hola!! si que tengo gatos y este reto me encanta! la verdad me gustaría ver si soy capaz de llevarlo a cabo porque me he anotado a un montón este año. Besos!
ResponderEliminarHola. Ánimo con el reto ya que es fácil, es estar atento a ver si aparecen. Yo también me anoto y voy viendo, si lo cumple bien, sino me divierte participar igual. Espero te animes con los mininos. besos!
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