La conjura de los necios de John Kennedy Toole pasó a ser una de mis mejores lecturas. Pensar que lo tenía pendiente
desde hacía años.
¿Qué es lo que me atrapó de la
novela? El estilo del autor,
pero sobre todo, la maestría para crear
personajes y situaciones tan particulares que se te graban en la memoria y
ahí se quedan, como si fueran fotografías. Esto hace que recuerdes lo que
hicieron esos personajes que permanecen vivos. No me cansaré de recomendarla.
Ahora cada vez que vea un vendedor de hotdogs
me acordaré del pobre Ignatius.
Y una pena que el autor decidiera quitarse la vida. Ya hablé de el
tema y del autor en otra entrada en la cual compartí mi lectura de la novela
que escribió cuando tenía 16 años: La biblia de neón.
En La conjura de los necios
un hombre ya adulto, Ignatius, que vive
con su madre en un eterno Edipo de amor y odio, analiza la sociedad, encerrado en su habitación y escribiendo en
cuadernos. Fascinado con la Edad Media, esta época contemporánea le resulta
espantosa. Mucho más cuando debe
abandonar su habitación para buscar trabajo.
ASÍ COMIENZA
Una gorra de cazador verde apretaba la cima de una cabeza que era como un globo carnoso. Las orejeras verdes, llenas de unas grandes orejas y pelo sin cortar y de las finas cerdas que brotaban de las mismas orejas, sobresalían a ambos lados como señales de giro que indicasen dos direcciones a la vez.
La conjura de los necios fue publicada recién en 1980, luego
que su madre fuera de editor en editor para lograr que el sueño de su hijo se
cumpliera: publicar la novela. Solo un año después recibió el premio Pulitzer.
Fue escrita en 1962 cuando el autor se encontraba en el servicio militar en
Puerto Rico.
El título y el tema se resume en el epígrafe de Jonathan Swift:
Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.
Uno de los puntos
fuertes de la novela es la construcción de los personajes. Desde la madre de Ignatius, la Sra. Reilly, con sus zapatos de bolos
y su adicción a los vinos, hasta el policía que se disfraza para atrapar a
alguien, comparten aspectos únicos que los hacen recordables. No queda nadie
afuera: “madames” de burdeles, vendedores ambulantes, artistas pobres, ancianas
en búsqueda de aventuras, viudos con dinero. El autor los va enlazando de tal
manera que uno nunca se pierde entre esos personajes. El nudo que los ata a
todos es el protagonista, Ignatius J.
Reilly, un hombre que ya pasó sus
treinta años, inteligente y excéntrico, exagerado y melodramático, con
una moral para vivir en el Medioevo, pero que debe sobrevivir en Nueva Orleans (Estados Unidos) a fines
del siglo XX. Para él el sexo es aberrante, la gente es una depravada y la
sociedad es un nido de amorales. El texto de Boecio es su biblia e, imitando a
los grandes pensadores, escribe en cuadernos para que la sociedad pueda cambiar
y entren en razones, las razones de ser medievales. Sus cuadernos serán, según él,
una obra maestra y el mundo poseerá un nuevo cerebro en su haber: el gran
Ignatius o San Ignatius. Pero Ignatius tiene competencia, una militante de un
partido político que quiere hacer la revolución y liberar al mundo de la
tiranía capitalista, esto último lo comparte con Ignatius. Ella, Myrna Minkoff
(¡cómo quiero una novela con la Myrna de protagonista!), se convertirá en su
enemiga, a pesar de que quiera salvar al propio Ignatius ya no del capitalismo,
sino de su falta de sexo. Myra me pareció una mezcla de hippie socialista de
esas que mencionan “revolución” cada dos palabras.
Boecio, San Casiano de Imola y tantos santos, no así la iglesia en sí
misma, son los grandes que venera Ignatius. Como un misionero, en lugar de
dejar la Biblia para convertir herejes, deja un libro de Boecio.
Voy a rezar a San Martín de Porres, santo patrón de los mulatos, para que triunfe nuestra causa en la fábrica. Dado que se le invoca también contra las ratas, quizá nos ayude también en la oficina.
El tema de la escritura de cuadernos me recordó a otro personaje que
amé y que también escribe cuadernos: Rigoberto, de la novela de Los cuadernos de Don Rigoberto de Vargas
Llosa. Me encantó y me suena ahora mucho al estilo de escritura de esta novela.
Hasta pensé que genial sería una correspondencia entre Ignatius y Rigoberto.
Ignatius odia el capitalismo y
todo lo que tiene que ver con el capitalismo. Claro, no piensa que sus
cuadernos los compró y que la comida se la compra su madre. Esta es la paradoja
de aquellos que odian el capitalismo, pero son dignos hijos del sistema
viajando en primera clase turística y sacando fotos desde su Iphone
compartiendo mensajes de por Whatsapp para hacer la revolución anticapitalista
y abajo dice “enviado desde el Iphone…” (jaja).
Lo peor para Ignatius no fue la Myrna, sino que gracias a una deuda
monetaria cuando su madre se llevó por delante, con su auto, una casa y
derribara un balcón, Ignatius es expulsado a la calle, a la búsqueda de
trabajo. Y comienzan las andanzas de este hombre quijotesco entre trabajo y
trabajo. No es ya un Quijote ciego con las obras de caballería, sino un hombre
ciego con la vida de antaño, de otro período histórico, donde había santos y
mártires capaces de hacer de su cuerpo un templo de castidad.
Varios son los rasgos que hacen de Ignatius un personaje único: su
gorra verde de cazador que nunca se sacar, su válvula estomacal que se abre y
se cierra según los demás se le vuelvan pesados o no, su forma de hablar
barroca, con palabras rimbombantes que suenan caducas y hasta graciosas. Por
ejemplo, le dice a su madre:
—¡Mira dónde pisas, por favor! —atronó Ignatius—. Dios santo, nunca existió nadie tan total y literalmente acosado y asediado. ¿Qué es lo que te ha impulsado a entrar aquí en este estado de locura absoluta? ¿No será ese olor a moscatel barato que asalta mis órganos olfativos?
O la frase siguiente:
La intemperancia cataclismática de mi madre me ha arrojado al mundo con la mayor crueldad.
Pero no es una novela que solo
deja una serie de situaciones hilarantes. Esta es una novela que retrata la esclavitud moderna, la peor, porque
no se ve. Todavía hoy se venden y compran personas. Además, si sumamos la
venta de tejidos humanos, tenemos un gran mercado, creo que el que más produce
dinero: el mercado de los cuerpos que se convierten en mercancías. Aquí entra
desde la prostitución hasta la venta de bebés.
En la novela se expone la vida de los descendientes Africanos en
Nueva Orleans, siempre siendo foco de sospecha de crímenes y obteniendo
trabajos poco remunerados. Y el autor conoce bien el contexto porque es la
ciudad donde creció.
Otro punto fuerte en la obra es el estilo de escritura del autor, original, mordaz, único. Además, algunos fragmentos son
textos de los cuadernos de Ignatius, cartas, lo cual incorpora la voz de los
personajes, ya que la novela está narrada en tercera persona.
RETOS
Con esta lectura actualicé varios retos:
►Tras los pasos de…
La novela ocurre en Nueva
Orleans. Se mencionan las calles Constantinopla, Bourbon, el barrio
francés, calle Charles, calle Magazine.
Barrio francés de Nueva Orleans |
►Literitagatos
Gato callejero, sin
nombre y dueño, encontrado por Ignatius.
No, yo no estaba
«jugando» con el gato. Yo sólo lo cogí para acariciarle un poco. La verdad es
que era un gatito con pintas muy atractivo. Le ofrecí una salchicha. Pero el
gato la rechazó. Era un animal con cierto gusto y cierta decencia. (...) Se dio
por supuesto, al parecer, que el gato estaba sucio. ¿Cómo lo sabemos? Los gatos
son animales que destacan por su higiene, los gatos están lamiéndose
continuamente en cuanto sospechan la menor suciedad en ellos. Aquel inspector
sin duda debía tener algún prejuicio contra los gatos. A ese gato no se le ha
dado una oportunidad.
Una novela
que lo tiene todo, desde humor hasta crítica social, personajes inolvidables,
una escritura original y atrapante. Ignatius es un quijote moderno que se evade
con sus ideales medievales para soportar su existencia.
Besos y buenas lecturas!
De mis eternos pendientes este libro! Y una fantástica reseña la que has hecho. A ver si me animo de una vez con él.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola, estaré atenta a cuando le leas para conocer tus opiniones. Espero lo disfrutes. Besos!
EliminarHola gracias por la recomendación me alegra que lo disfrutaras no había escuchado sobre este libro suena muy bien así que me lo llevo apuntado. Saludos
ResponderEliminarHola, espero te guste tanto como a mí. Besos!
EliminarHola Keren,
ResponderEliminarvaya!!! Pero qué interesante ... un libro del que había oído cosas muy buenas, pero nunca había leído una reseña, y no sabía muy bien de qué iba la trama, pero siempre me pareció curioso sus título... y creo que me podría gustar, y mucho... es que me gustan las lecturas algo "raras", como digo yo...
Y también me parece increíble la curiosidad que nos cuentas de como su madre luchó para que se publicara... si no llega a ser por ella... y es que la fe que otra persona puede tener en nosotros puede mover montañas, verdad??
Me gusta... y mucho!!! ;)
Hola. También me llamó la atención la forma en que se llegó a publicar la novela. La verdad que es sorprendente y un ejemplo que los editores pueden rechazar buenas obras porque creen que no se venderá. Besos!
EliminarHola!
ResponderEliminarNo tenía ni idea de la existencia de este libro la verdad. Es cierto que no es mi estilo y por eso nunca le eché un ojo y si pasó por mis ojos pasó desapercibido jeje.
Un besiño desde mividapor1libro.blogspot.com
Hola, me suele pasar también que si no me llama luego me olvido. Pero a veces te da sorpresas. Yo me dejo llevar, lo confieso, mucho por las portadas y he leído libros maravillosos con unas portadas o títulos no muy bonitos. Besos!
Eliminar¡Hola! No conocía el libro así que gracias por la reseña. Siempre me parecen fascinantes las historias de autores y familia que pelean para publicar una obra y después les llega el reconocimiento.
ResponderEliminar¡Un abrazo! =)
Hola, pobre autor, lástima que todo el éxito y hasta la publicación de sus dos únicas obras le llegaron después que murió. Una injusticia. Besos
Eliminar¡Hola! No conocía el libro pero la verdad es que es el tipo de novela que me gusta y esta me la llevo apuntada. No conocía tu blog pero me quedo por aquí. Besos!
ResponderEliminarHola, espero te guste tanto como a mí. Besos!
Eliminar¡Hola! Tu reseña ha hecho que me interese mucho este libro. ¡Gracias! Besos.
ResponderEliminarHola, me alegra que la curiosidad. Se convirtió en uno de mis autores favoritos. Besos!
Eliminar¡Hola! El libro en un principio no me llamaba para nada la atención, pero con tu reseña has conseguido que me pique un poquito la curiosidad. Creo que es un libro que podría disfrutar, y el hecho de que el autor se suicidara me ha impactado.
ResponderEliminar¡Un besito y hasta la próxima entrada! Mo-
Hola, una pena tantos artistas terminen suicidándose. Yo siempre los veo como, a la mayoría, como demasiados sensibles para nuestra sociedad. Espero te guste. Besos!
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