Soy leyenda de R. Matheson (Mi lectura)

¡SAL, NEVILLE!

Una amiga me recomendó la novela Soy leyenda de Richard Matheson, publicada en el año 1954, y me quedó como eterno pendiente. Hace unos días terminé de leerla y fue un libro que disfruté muchísimo.

            La historia ya es un clásico y fue llevada hasta al cine en el año 1964 como El último hombre en la tierra y otra protagonizada por Will Smith en el año 2007. 
          La novela trata sobre un hombre que sobrevive rodeado de monstruos, entes un tanto vampiros y un tanto zombies. Deberá convivir con ellos, aprender a conocerlos, para soportar cada noche.

            ¿Lo logrará?, fue la pregunta que me impulsó a seguir leyendo.

ASÍ COMIENZA

En aquellos días nublados, Robert Neville no sabía con certeza cuándo se pondría el sol, y a veces ellos ya ocupaban las calles antes de que él regresara. Durante toda su vida, la hora del crepúsculo estaba relacionada con el aspecto del cielo, y por lo general, prefería no alejarse demasiado.

MI LECTURA

Siempre me interesó el tema de la soledad de los seres únicos. Y Naville es único: es el último ser humano sobre el planeta. Todos, inclusive los animales, se han ido convirtiendo en vampiros a raíz de una guerra bacteriológica. Para los demás, él es una presa, el foráneo, el invasor, el viviente diurno. Naville vive en una isla desierta, una especie de Robinson, pero el mar son unas ruinas, las ruinas del mundo sin océanos.

    La situación inicial podría fecharse en junio de 1975, cuando debido a un enfrentamiento bélico el mundo se transformó por completo.

Cada noche, él se prepara para clausurar su hogar y aislarse solo acompañado de la música clásica, de los libros y de la bebida, placeres de un mundo ya perdido, vestigios de lo que fue la humanidad, impulsado por la nostalgia y la desesperación. Esta visión de los objetos que perduran aún al grupo humano casi extinto me angustió bastante. Incluso, pensé que si él muere, se muere la ópera, se muere Bach y la poesía.

Si tuviese tiempo aislaría la casa y evitaría los ruidos. Todo sería mejor si no tuviera que escucharlos. Aún después de seis meses le destrozaban los nervios. Ya ni siquiera los miraba.

Registré cada obra musical que Naville escuchó así pude armar un una lista con algunas de sus canciones.

            La atmósfera de la novela es agobiante y triste. Pensaba que a pesar de ser una novela tan corta, el autor logra sumergirnos en ese mundo en ruinas en unas pocas páginas.

           

También podemos preguntarnos quiénes son los monstruos. ¿El vampiro es un monstruo? ¿Los seres humanos que arrojan bombas son los monstruos? ¿Quiénes matan a los monstruos que crean son monstruos también? El nudo de la novela se asfixia en esta coyuntura moral. Esta inquietud puede ser explicada mediante la ciencia o la religión. Es así que el autor explora, a través del protagonista, el intento de un humano, ya sin dios, que se aferra al conocimiento científico. Quizás para crear a un dios sea necesario más de una persona.

            Entonces, ¿quién es el anormal en un mundo que ya es habitado todos por vampiros?

La fuerza del vampiro reside en que nadie cree en él.

¿Pero son sus necesidades más detestables que las de otros animales e incluso las de algunos hombres? Realmente, reflexiona, ¿es tan malo el vampiro? A fin de cuentas, sólo bebe sangre. ¿Por qué entonces ese profundo odio, esa condenación eterna? ¿Por qué el vampiro no era libre de elegir su vivienda? ¿Por qué debía estar siempre oculto? ¿Por qué exterminarlos? Ah, ¿te das cuenta? El desamparado inocente ha terminado convirtiéndose en un animal perseguido. El vampiro carece de medios propios para subsistir, no puede educarse. Se le niega el derecho del voto. No es extraño que arrastre una existencia nocturna y depredadora.

            El final me ha encantado. No voy a decir más, ya que es una invitación para su lectura.

TRAS LOS PASOS DE NAVILLE

La trama sucede en el actual IngleWood, California (EEUU). Incluso, se mencionan algunas direcciones como el bulevar Compton, y la esquina de Western y Compton que no encontré en StreetView así que creo que son inventadas por el autor.

CONCLUSIÓN

Recomiendo Soy leyenda. Más allá de la trama sobre vampiros, este no es el conflicto principal sino antes bien un entorno, el contexto.

Naville es el hombre ante el misterio, ante la finitud y la desesperación de aquello que no se puede asir, de aquello que no se comprende. El límite humano son las estrellas, dios y la muerte.