El viento que arrasa
Selva Almada
2012
Mardulce Editora
168 páginas
¿Qué es una escritora madura? ¿Qué es una escritura consumada? Estas preguntas adquieren un nuevo sentido cuando hablamos de una primera novela: el sentido de la originalidad, de lo inesperado, de lo asombroso. El viento que arrasa convierte esas palabras en elogios, en una descripción ajustada de lo que su prosa expresa. Una escritura firme, segura, potente y, quizá por eso, profundamente poética. Un reverendo y su hija de viaje por el Chaco, en un clima de conflictos y tormentas, diálogos filosos y locura solapada. Casi cinematográfica, El viento que arrasa es una novela en la que los personajes son nítidos, corpóreos, se escuchan sus voces, sus modos. Y los del paisaje: el monte, el sol, los árboles achaparrados, los autos rotos, las camisas transpiradas y las vidas destruidas.
Comencé a leer esta novela como parte de mi
reto personal de leer autores argentinos. Había leído sobre la
autora y sobre el impacto de esta novela que me quedó pendiente de comentar en el blog.
En su momento, me decidí
por esta obra luego de leer la sinopsis y porque me interesó la temática.
Como dato interesante: esta novela fue elegida Libro del año 2012 por la revista Ñ
Como su sinopsis lo indica, la novela trata del
viaje de un reverendo, Pearson, y su hija, Leni, quienes se quedan varados en
la ruta por un desperfecto en su vehículo. Deberán esperar para continuar su
viaje al Chaco. Desde ese lugar en medio de ruta, mediante la incorporación del
mecánico, el gringo Bauer, y su ayudante, Tapioca, iremos conociendo más el
pasado de cada uno de los cuatro protagonistas en un paraje desolador y
abandonado.
Ruta 18, Entre Ríos imagen editada por mí y tomada de StreetView |
Ruta 18, Entre Ríos imagen editada por mí y tomada de StreetView |
El
viaje del Reverendo con su hija se me hacía similar a los viajes misionales en
búsqueda de fieles para sumar a la iglesia. Me suenan mucho a esos vendedores
ambulantes de antaño tratando de venderte el elixir de la vida. El reverendo es
el prototipo del pastor en búsqueda de fieles tratando de ganar almas para el
cielo que no es más que ganar prestigio y conquistar, un ardid de seducción.
Luego de varias semanas de recorrer la provincia de Entre
Ríos —fueron bajando desde el norte por el margen del río Uruguay hasta
Concordia y allí agarraron la ruta 18, atravesando la provincia justo por el
medio hasta Paraná—, el Reverendo decidió seguir viaje hasta Chaco.
La
terminé de leer muy rápido porque es entretenida y amena pero me quedé con
ganas de conocer un poco más de ciertos detalles de la historia del pastor como
qué lo llevó a vagar solo con su hija dejando al resto de la familia. Por
momentos me pareció justa en su desarrollo y en otros me hubiera gustado seguir
leyendo un poco más. Además, cae en ciertas construcciones hechas que me
frenaron un poco la lectura.
Ruta 18, Entre Ríos imagen editada por mí y tomada de StreetView |
La
descripción del contexto me permitió sentir hasta la lluvia, el agobio de un
ambiente desértico, poblado de matas de pastos duros y resistentes. Poco a
poco, la asfixia de esos personajes
encerrados en su monotonía y en un abandono, acompañó el estancamiento en ese
paraje tan hostil y solitario. Además, recordé de mis escasos viajes esas rutas
interminables en ese paisaje tan igual, interrumpido por unas vacas, unos
árboles y unos postes, la llanura que me sumergía en el sueño. Sobre todo
recuerdo el tránsito por Santiago del Estero donde veíamos pasar, desde el
fresco del aire acondicionado del colectivo, unos campos calcinados y el
cemento de la ruta que se desdibujaba por efecto del calor.
El Reverendo detuvo su caminata y se pasó el pañuelo por el
cuello y el pecho. El viento no aliviaba; soplaba caliente como el aliento del
diablo. Se sentó en el terraplén que formaba la banquina. Los pastos resecos
penetraron la tela del pantalón hincándole la carne blanda.
Seguiré leyendo a la autora y creo que optaré
por Ladrilleros. ¿Conocían a Selva Almada?
muy buena información, se agradece :-)
ResponderEliminar¡Bolino Virgoo!