martes, noviembre 23, 2021

El reino de este mundo de Alejo Carpentier

 

El reino de este mundo de Alejo Carpentier


Leí la novela en una tarde ya que apenas tiene 170 páginas. Alejo Carpentier me atrapó con su escritura y con la historia. EL REINO DE ESTE MUNDO es una novela histórica, corta, del año 1949. La obra trata sobre la vida de un esclavo, Ti Noel, desde su condición de esclavo hasta su ancianidad. Él es testigo de la vida terrible que padecen quienes han perdido la libertad, de su nostalgia de dioses y de la crisis durante las transiciones en la época de las colonias. También observa la abolición de la esclavitud y la llegada de nuevos tiranos.

            Confieso que tuve que leer un poco de la historia de Haití para poder contextualizar mejor esta novela. Por ejemplo, se menciona el “vómito negro”, la epidemia de fiebre amarilla que sucedió en 1802; Sans Souci, que es la mansión del primer rey haitiano, Henri I, me pareció un dato sorprendente. Este monarca comenzó a construir su palacio en 1810 usando como mano de obra a ex esclavos, muchos de ellos murieron por las condiciones laborales. Una pena que no esté habilitada la opción en Street View, como siempre me gusta mirar en los mapas las zonas que se mencionan en las novelas.


El reino de este mundo de Alejo Carpentier

(Palacio de Sans Souci- Imagen editada de Wikipedia)

        

   Ti Noel como esclavo cumple con su deber, pero siempre desea ver renacer la gloria de sus dioses y escucha en la lluvia, ve en los animales, el llamado de sus deidades que piden venganza por haber doblegado a su pueblo. Surgen algunos esclavos que encarnan la venganza, que llaman a envenenar el ganado y a los dominadores, como Mackandal, Buckman. Mackandal fue condenado a muerte y quemado en la hoguera en 1758, es el símbolo de la liberación esclavista.

Durante años sucede un juego de poder entre dos bandos: dominadores y dominados. Las rebeliones parecen perder fuerza, vuelven, nuevas matanzas, ritos fúnebres, suplicios.

 

Se sintió viejo de siglos incontables. Un cansancio cósmico, de planeta cargado de piedras, caía sobre sus hombros descarnados por tantos golpes, sudores y rebeldías. Ti Noel había gastado su herencia y, a pesar de haber llegado a la última miseria, dejaba la misma herencia recibida. Era un cuerpo de carne transcurrida. Y comprendía, ahora, que el hombre nunca sabe para quién padece y espera. Padece y espera y trabaja para gentes que nunca conocerá, y que a su vez padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es.

 

            Pero sabemos que las colonias fueron liberadas. ¿Liberadas? Esta parece ser una duda que transita la obra. El esclavo pasa de ser esclavo a ser prisionero libre. De perder una libertad para perder otra. Lo domina el hombre de piel blanca. Luego lo domina el hombre de piel oscura. Es sojuzgado por un rey de piel blanca. También es sojuzgado por un rey de piel oscura. Me pareció interesante la reflexión sobre las nuevas formas de dominación a través de las ideas, de la incorporación de los ideales y la cosmovisión del otro. Recuerdo una frase de Doctorow, La gran marcha, libro que recomiendo mucho: «Puede que esto fuera la esclavitud del futuro, atar a un negro libre a sus anhelos de blanco».

            Un punto que me gustó fue el contraste o choque entre la visión de los dos grupos culturales. Dioses de un lado unidos a la naturaleza, que piden venganza. Del otro lado un dios que pide poder, un dios único y cósmico.

            Sobre el título, me pareció muy acertado ya que también forma parte del contraste antes mencionado. Los dioses habitan en el reino de otro mundo, y el reino de este mundo es el reino hecho a medida de los seres humanos que creen que es producto de los dioses.

 



 Me parece una lectura imprescindible para aquellos que quieren conocer más sobre la situación colonial y disfrutar de una buena escritura. Además, es un ejemplo de que no se necesitan mil hojas para contar una buena historia.

3 comentarios:

  1. Pues no he leído nada del autor y me has conseguido tentar. Una buena forma de conocerle y de aprender.
    Besotes!!!

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  2. He oído sobre este autor, pero no he leído nada de él. Me llevo anotado el titulo. Te mando un beso
    Enamorada de las letras

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  3. Lo tendré en cuenta Keren. Cada vez abundan más las novelas cortas, y cuando son de estas temáticas me interesan mucho. Besos :D

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