LLegué a Plop de
Rafael Pinedo a partir de buscar para mis estudios, que estoy comenzando,
sobre las distopías argentinas. No
tenía idea de lo que me esperaba y la compré incluso sin leer la sinopsis.
Esta novela
del escritor argentino, nacido en Buenos Aires en 1954, obtuvo el premio de novela de Casas de las Américas en el año 2002. Plop fue su primer libro que publicó cuando
ya tenía casi 50 años. Lo que había escrito anteriormente decidió quemarlo.
Lo primero
que me llamó la atención es el estilo de
escritura: con la palabra justa, oraciones cortas, párrafos casi de una
oración y sin metáforas. El autor, en una entrevista para la Revista Axxón,
dijo que como no tenía experiencia en escribir novelas, quiso escribir una
serie de cuentos enganchados. Dejo, a manera de ejemplo, el inicio cuyas
primeras páginas pueden consultarse en la editorial Interzona.
Desde el fondo del pozo sólo se ve un pedazo de cielo a veces gris, a veces negro. Llueve. Las paredes chorrean y a sus pies se va formando un caldo de barro que le llega hasta las rodillas. De pronto se escuchan voces. Chicos que pasan corriendo. Gente que tiene sexo. Si es de día, puede darse cuenta cuando alguien lo mira, porque la luz cambia ligeramente al aparecer una cabeza en el borde. Algunos escupen. O tiran cosas. Otros se quedan ahí un rato, sólo mirando.
La historia
trata sobre Plop. Él nació en una época donde ya no existe nuestra sociedad.
Solo quedan ruinas, ríos y mares ácidos, basura, mucha basura. Para sobrevivir,
se han organizado en una sociedad con un sistema de jerarquía de unos pocos
líderes. No viven en un lugar, sino que migran. Se alimentan de la basura y de
los pocos animales que encuentran. No salen del mismo límite de tierras. Saben
que hay algo más allá, pero no se aventuran a partir. Más allá existe el mundo
no conocido y, por lo tanto, es hostil. Al no existir manera de recorrer
kilómetros, por el medio de transporte y por la imposibilidad de conseguir
alimentos, giran en los mismos lugares.
Se me hizo difícil la lectura por la brutalidad de ciertas escenas. Al
plantearse un sistema en el cual no hay más cultivos, ni producción de
alimentos, todo se recicla, incluso los humanos. ¿Para qué tirar la carne
humana, los huesos, el cabello, los dientes? Todo es útil.
Lo interesante es cómo se construye una nueva sociedad: nuevas normas,
tabúes como a mostrar la lengua, ritos de pasaje de los niños a los adultos (no
hay ya adolescencia ya que es un fenómeno de nuestra sociedad).
Por la descripción del ambiente parece que existió, al menos para la
zona de la llanura argentina, una catástrofe
ambientalista. No parece de índole nuclear, sino de alguna sustancia que contaminó el agua y explosiones que derrumbaron
los edificios. Por este motivo hablamos de distopía post apocalíptica. Me recordó a The road en este silencio sobre qué
fue lo que pasó. Al autor no le interesa narrar el evento sino las consecuencias
del evento, solo que The road es
poética, cargada de lírica. En Plop no
hay nada poético, sino que está narrado de manera descarnada, como una lente
objetiva que ve pero que no opina.
Esta novela forma parte
de una trilogía, que el autor llamó “de la
destrucción de la cultura” en una entrevista, junto con Frío y Subte. A estas
últimas no las leí y aún no las conseguí en las librerías. Aunque cada una es
autoconclusiva.
El ambiente que reconstruye es de escombros, barro y basura. El
nailon, que perdura unos quinientos años, así como las latas que son aún
comestibles, me permiten fechar el suceso catastrófico en unos cien años o
menos hacia atrás del nacimiento de Plop. Además, una anciana, Goro, la cría a
Plop, sabe leer y el papel aún se conserva. Esto me indica que el desastre no
fue mucho tiempo atrás. ¿Alcanzan cien años para que una sociedad pierda las
tradiciones y construya otras? No creo. Salvo que pueda explicarse como trauma
social que borró la memoria de todos.
El autor
contó que se le ocurrió la novela a raíz de haber «surgido por un par de
imágenes combinadas: la de una persona que está en el fondo de un pozo (de
hecho al principio pensó en titularla Desde el fondo) y ve cómo lo van tapando
de tierra, y la de una mujer que pare un hijo caminando». Además, agrega sobre
el proceso de escritura: «La historia es cruenta, la situación también; mi
consigna fue que lo único que quedara fuera la supervivencia, y después agregué
los ritos, las estructuras jerárquicas y los tabúes. Desde la antropología
traté de llegar a lo más elemental posible y solamente incorporé lo que era
funcional a la historia para que fuera verosímil, para que tuviera una
estructura antropológica coherente». (1)
Me pareció
interesante la forma de organizar la novela, arrancando con un momento del
desenlace. Para mi gusto, adelanta mucho. Enseguida descubrís el final. Lo
sorprendente, entonces, son las acciones que se presentan, todo ese universo
construido solo por las relaciones humanas.
Pensaba en lo difícil que es pensar una utopía desde
la ruina. Se nos ocurre la
supervivencia, y decir supervivencia es decir violencia y maldad.
Paradójicamente, se explica la novela, en varias reseñas y artículos
que leí, como la historia de la supervivencia, pero no se sobrevive, sino que
se masacran entre ellos. Y a eso se suma la docilidad con la cual se dejaban
matar.
Como punto negativo encuentro las repeticiones de sacrificios y
muerte para una novela tan corta, que al final te quedan las mismas imágenes.
Las reiteraciones tienden a fijar el contenido que creemos que es importante.
Es un énfasis.
CONCLUSIÓN
Plop es un
libro diferente, con un estilo único. Una novela para meternos en un posible futuro, donde volvemos, luego de
creer que hemos arribado a la cumbre del desarrollo posible, a una vida
clánica, de unos pocos humanos agrupados en torno a un nomadismo permanente.
Más que supervivencia, pensaba en una
sociedad entregada a desaparecer. Algo así como el coletazo o las últimas
acciones de la humanidad. ¿Cómo nos vamos de este mundo? Causando una erosión
contaminante que hace peligrar la vida de las otras especies y comiéndonos unos
a otros. No pudimos con tanta «humanidad». Y nuestro legado, lo que nos
pervive, es la basura.
NOTAS
1.http://axxon.com.ar/not/136/c-1360035.htm
¡Hola! Este libro suena como una distopía y super interesante !
ResponderEliminar¡Un abrazo! :)
Sí, es una de las pocas distopías argentinas, o yo no conozco tantas. Estoy buscando para un proyecto. Ya compré algunas más que cuando las lea la comparto. Besos!
EliminarMe encantan las distopias. Tiene una pintaza... Según te leí también me iba recordando a "The road"
ResponderEliminarBesos
Hola una pregunta, es para un trabajo, que función cumplen los subtítulos en la novela?
ResponderEliminarHola, dejé de entrar al blog durante unos meses. Llegué tarde para tu trabajo. Los subtítulos ordenan la información y producen otro efecto de lectura, ya que pueden adelantar lo que sucederá u ordenar la info por años, por ejemplo.
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