Poco ortodoxa (2020), Unorthodox en
inglés, es una miniserie alemana que se
puede ver por Netflix. La elegí porque me la recomendaron y porque tiene
solo 4 capítulos. El tema me pareció interesante: una joven judía se
opone a seguir las normas de su comunidad de Williamsburg (Nueva York, Estados
Unidos). Está entre los top 10 de lo más visto en Netflix, Argentina y está basada en un libro autobiográfico
escrito por Deborah Feldman que fue
publicado en el 2012.
Esther
Shapiro lleva una vida rutinaria, la que se supone que debe vivir una joven
judía ortodoxa: ser esposa, madre y dedicarse a otras tareas femeninas. Pero,
poco a poco, a pesar de intentarlo, siente que no es la vida que ella quiere
vivir, una vida ya decidida de antemano.
Lo que más disfruté fue meterme en las
costumbres de una comunidad del judaísmo jasídico que casi no conozco,
en observar los ritos diarios, sus normas y los roles entre los jóvenes y
ancianos, y entre los hombres y las mujeres. Además, a la actriz protagonista, Shira
Haas, que no conocía, la sentí perfecta para el papel. Otro acierto de la
serie es respetar el lenguaje yidis, la vestimenta; la estética en general me
gustó muchísimo.
Los primeros minutos de
la miniserie me atraparon porque inicia con el conflicto. Y de ahí es un ida y
vuelta entre su pasado y su presente, de manera que fui conectando lo que le
sucede en el presente junto a sus recuerdos.
Como balance en general, tengo que decir que
no me gustó. Más allá de poder adentrarme en otra forma de vida, la manera cómo
está contada no me pareció interesante. Los personajes están divididos en
buenos y malos. Obvio que la comunidad judía son malos, y los no judíos son
buenos. Un grupo de artistas aparece como liberados, amorosos, en contraste con
la comunidad judía que aparece como cerrada férrea, asfixiante. En estos
estereotipos no puede faltar la pareja de gay estandarizada, novios románticos
y sensibles que se la pasan besándose y tratándose como en una novela rosa.
Otros tipos sin densidad: las artistas son liberadas y les gusta vivir en
comunidad, los profesores invitan un cafecito y se convierten en padres que te
salvan las papas, los líderes religiosos son férreos y tiránicos, las mujeres
religiosas son todas unas doblegadas sosas y tontas, los maridos son todos unos
machos dominantes (menos los artistas).
Pero en la vida real la
cosa no es tan simple. Algunas personas prefieren la vida en comunidad porque
se sienten seguras, porque se siente partícipes de algo; otras, la detestan, se
sienten asfixiadas. Ningún grupo humano es igual, siempre existen diferencias
de todo tipo.
Otros
de los aspectos que no me gustaron para nada es la pérdida constante de
verosimilitud. Vos te criaste en una comunidad cerrada, nunca viajaste, pero de
pronto, te movés en el mundo como si lo conocieras desde siempre. Esos
conocimientos que se adquieren de manera instantánea, esos cambios de
mentalidad que mutan en un segundo, me sacan de tono y no puedo creer la
historia. Por este motivo, no me conmovió para nada. No me lo pude creer.
En
definitiva, Poco ortodoxa tenía un enorme potencial, pero terminó
por ser una historia plana, inverosímil, melodramática y con personajes
prototipos y planos. Pero esta es solo mi visión porque la serie tiene muy
buenas críticas y tiene buenas valoraciones.
¿La viste? ¿Qué te
pareció?
Pues no la conocía, pero me parece una de esas joyitas de Netflix con mucho potencial. Me la apunto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, espero te guste. Besos!
EliminarPUes tenía pensado verla, pero voy a bajar mis expectativas, que va a ser mejor.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola. Mis amigas que la vieron dijeron que es muy buena. Es cuestión de gustos. Besos!
EliminarTengo muchas ganas de verla, pero será cuando acabe la polaca, también de Netflix, "En la ciénaga", que me está gustando mucho y te la recomiendo si no sabes qué ver.
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