Murakami siempre es un autor que me llama
la atención, sobre todo por la cantidad de cometarios favorables y luego de
disfrutar la lectura de Sputnik, mi amor.
Además, ya me habían comentado sobre De qué hablo cuando hablo de escribir
y, para buscar un incentivo para continuar con mi escritura, me gusta leer
libros sobre experiencias de autores conocidos y tomar apuntes sobre sus
consejos.
El libro abarca
distintos aspectos en torno a la carrera de un escritor: la vocación, los premios literarios, creación de personajes. No
todos los capítulos me resultaron interesantes, Pero lo recomiendo para
entender el estilo de Murakami.
¿DE QUÉ HABLA MURAKAMI CUANDO HABLA DE ESCRIBIR?
Creo que ha tocado todos los aspectos relativos a la carrera de un escritor, desde los inicios, las
trabas, los hábitos, la fama. Incluso, se mete en temas espinosos como los premios literarios. Es en este aspecto
cuando sentí que el libro iba dirigido a ciertos conocidos, tornándose respuesta
a acusaciones o a críticas que él recibiera. Puedo marcarlo como uno de los
puntos flojos del libro.
Otro de los temas que trata es sobre “la inteligencia de
los escritores”. Al comienzo me chocó leer que los escritores no son
inteligentes. Me tomó un tiempo darme cuenta que lo decía por la poca posibilidad
de vivir de la escritura. Me tocó el tema ya que por estos momentos estoy
planteándome lo mismo. La mayoría trabaja horas y horas, quizás más de mil,
para terminar una novela que le dará apenas cinco dólares de regalías o quizás
nada si no llega a publicarse. En esto coincido. Pero luego pienso en todas las
obras de arte que hoy son obras maestras y que en su época no ofrecieron ni un
centavo a sus creadores, como las obras de Van Gogh, por ejemplo. ¿Solamente
hay que pensar en el dinero para decidirse a llevar a cabo una obra de arte?
Creo que no. Pero también creo que los artistas tenemos que vivir. El punto
está en la discusión de los motivos que llevan a una sociedad a sobrevalorar a
un actor pagándole millones y a un escritor pagándole nada. O a un bombero
voluntario que no cobra un centavo y arriesga su vida en tanto una vedette gana miles de dólares por mover
el esqueleto en un club. Sobre las injusticias sociales nos sobran ejemplos.
Sea como fuere, siempre he pensado que alguien extremadamente inteligente o alguien con un conocimiento por encima de la media no es apto para escribir novelas, porque hacerlo —ya sea un relato o cualquier otro tipo de narración— es un trabajo lento, de marchas cortas, por así decirlo.
Además, si uno no se dedica a escribir novelas, la vida se puede vivir de una forma más inteligente y eficaz.
Estación Kokubunji (Google Maps) |
Harajuku (Google Maps) |
Harajuku (Google Maps) |
Otro tema que trata es sobre las críticas que ha recibido.
Valoro que Murakami haya seguido escribiendo a pesar de tal hostigamiento. En
su libro intenta comprender los motivos y analiza cierto círculo literario de
su país.
Cuando publiqué Underground, me llovió todo tipo de críticas despiadadas por parte de los escritores que se dedican a la no ficción: «Desconoce los fundamentos básicos de la no ficción», decían algunos. «Ha escrito un dramón propio de un sentimental de tres al cuarto.» También: «Un simple pasatiempo».
Yo creí que Murakami deseaba ser escritor desde niño, pero
me sorprendió al leer que fue por casualidad que se convirtió en tal. No
sobrevalora ni enaltece la profesión, sino que la concibe como un trabajo de
mucho sacrificio. También cuenta cómo se ha dedicado a escribir mudándose de su
ciudad y abandonando su bar.
No tenía especial interés en ser escritor, no escribía nada a modo de entrenamiento y, sin embargo, un buen día me dio por escribir mi primera novela (o algo parecido), a la que titulé Escucha la canción del viento. Con ella gané un premio para autores noveles concedido por una revista literaria. Después, sin saber muy bien cómo, me convertí en escritor profesional. Muchas veces me pregunté si de verdad aquello era tan sencillo, porque lo cierto es que todo me resultaba demasiado fácil.
Comenzó a escribir
en el bar de jazz y café que abrió en la estación Estación Kokubunji, en Tokio, en 1974. Se llamaba Peter
Cat y lo cerró en el año 1999, pero aún está el edificio. El nombre es
en honor a su mascota. En el lugar vivían varios músicos de jazz que solían
tocar en su negocio.
Peter Cat en Tokio (Randomwire) |
Sobre sí mismo y su estilo dice:
Nunca me ha gustado
unirme a otras personas para hacer algo en grupo, es mi carácter, por eso nunca
me integré en ninguna asociación.
Una de mis virtudes,
sin embargo, es que dedico todas mis energías a lo que me gusta y no me quejo.
Lo que pretendía en
realidad era conquistar un estilo neutro y dinámico que me permitiese moverme
con libertad y en el que todo lo superfluo quedase eliminado.
Me levanto temprano
todos los días, preparo un café en la cocina, lo sirvo en una taza grande, me
siento a la mesa y enciendo el ordenador (a veces siento añoranza de los
cuadernos y de la gruesa pluma Mont Blanc que usé durante muchos años). Después
me pregunto a mí mismo: «Y bien, ¿qué voy a escribir?». Es un momento de
felicidad. La verdad es que nunca he sufrido por el hecho de escribir. Tampoco
he pasado por ningún tipo de crisis creativa. Me parece que si escribir no
resulta divertido, no tiene ningún sentido hacerlo. Soy incapaz de asumir esa
idea de escribir a golpe de sufrimiento. Para mí, escribir una novela es un
proceso que debe surgir de manera natural.
Me sentí capaz de
poner nombre a mis personajes a partir de Tokio blues (1987). Es decir, hasta
entonces, durante los primeros ocho años de mi carrera como escritor, escribí
en primera persona sobre personajes sin nombre.
LISTA DE JAZZ PARA LEER A MURAKAMI
Como soy curiosa, busqué algunas canciones de jazz que
comparto y que me gustaron.
Benny Goodman: Sing,
Sing, Sing
Charlie
Parker: I've Got Rhythm
Bill Evans:
Peace Piece
Ella
Fitzgerald: Lullaby of Birdland
CONCLUSIÓN
De la lectura me llevo el esfuerzo, la importancia de
perseverar, de generar un hábito. Además, equilibrar el trabajo intelectual con
un deporte para mantener un cuerpo sano. Y la soledad que implica trabajar en una novela, soledad en la escritura, en la corrección y, también, ante la
crítica.
Esta obra es imprescindible para los fans de Murakami,
para entender su obra y contextualizarla. Para quienes escriben, al comienzo
parece un poco desolador, pero luego hay muchas frases para apuntar y aspectos
interesantes para reflexionar sobre la profesión, el hábito de escribir y el
mundo literario.
¿Qué otro libro me recomiendan de Murakami?
Me gusta mucho Murakami. Leí dos novelas de él hasta ahora y me parecieron fabulosas: "Tokio Blues" y "Al sur de la frontera". Justamente ahora estoy por comenzar "El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas".
ResponderEliminarQuizás luego encare esta obra que mucho más personal. Me recuerda a "Mientras escribo" de Stephen King.
¡Saludos!
Hola. Sí, la verdad que tiene un tono parecido a la de King, pero si tengo que elegir, prefiero la de King. Besos!
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía este libro de Murakami y, aunque es un escritor que aún tengo pendiente, suelo estar al tanto de sus obras. Esta en concreto me ha llamado especialmente la atención por el tema y los asuntos que nos dices que trata durante la novela.
Sin duda, me lo llevo apuntado. Gracias por la reseña.
¡Nos leemos!
HOla, es excelente para contextualizar al autor. Espero lo disfrutes. Besos!
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