Los hermosos
vencidos
Leonard Cohen
1998
Ediciones B
396 páginas
El sexo y la muerte, así como el cuerpo incorrupto de una virgen iroquesa, son las grandes obsesiones del narrador de Los bellos vencidos, un viejo erudito enloquecido por la soledad que dialoga en su piso de la ciudad de Montreal con las sombras de su mujer y de su mejor amigo. Los 3 se amaron y traicionaron consecutivamente, en una heterodoxa combinatoria de rituales carnales. Mas Edith y su amigo F. ya no se encuentran entre los vivos; y a él solo le quedan sus recuerdos y el consuelo de esa santa iroquesa fallecida hace trescientos años, mas capaz aún de redimir a sus devotos más depravados. Los bellos vencidos, publicada en mil novecientos sesenta y seis, es la novela más valiente de Leonard Cohen. Si bien menos autobiográfica en apariencia que El juego preferido, alarga con su desgarrado sarcasmo y sus osadías narrativas una aventura introspectiva de excepcional intensidad.
MI LECTURA
Los hermosos
vencidos será una de las mejores lecturas de este año,
así como uno de mis libros favoritos que volveré a releer. Conocía del
autor sus canciones que me gustan mucho por la lírica de sus letras, además de
esa voz poderosa y cautivante cuando lee su poesía. La primera canción que
escuché fue la de banda de la película Suban
el volúmen: “Everybody knows”.
Leonard Cohen escribió esta obra en
los años sesenta, durante su estancia en Hydra, isla griega, lugar donde él
solía retirarse a menudo y era uno de sus lugares favoritos. Allí escribió el
libro de poemas Flores para Hitler y
sus dos únicas novelas. Los hermosos
vencidos, también traducida como Hermosos
perdedores, es la segunda.
La novela trata sobre los últimos años de un anciano que se martiriza
por la pérdida de su esposa, Edith, y F., un hombre que fue también su amigo y
amante; los extraña, desde la soledad en la que vive, desea esos momentos
de disfrute. En su aislamiento, retorna sin cesar la muerte trágica de Edith. En
tanto, estudia la vida de los indios iroqueses, la etapa del establecimiento de
las misiones católicas, y llena su vacío con la obsesión de una virgen
iroquesa. Pero hasta ella se desarma cuando descubre que fue una sobreviviente
de la viruela y se adentra en el martirio de esta joven.
En la voz
de su amigo F., vuelven los reproches ante los excesos del pasado, ante los
juegos sexuales que ahora, sin esa cuota de placer, devienen en placeres
imposibles.
¿Por qué tengo que estar ligado al pasado por las palabras de un muerto? ¿Por qué tengo que reproducir estas conversaciones con tanto esmero, sin dejar que la omisión de una coma pueda al tetar el compás de nuestras voces?
Aquí estoy yo, un viejo erudito enloquecido por una pena inconcreta, detective compulsivo de gónadas en sombra.
Hay
escenas de mucho erotismo, en el momento de la publicación Leonard Cohen fue
señalado de “obsceno”, pero al contrario de lo que me sucede con otras novelas,
sentí que era necesario. El protagonista se desnuda por completo al lector, le
cuenta sus problemas, su desesperación y su pasado, los juegos sexuales, el
placer que sentía con su esposa y su amigo. Sabe que nada de eso puede volver,
que no tiene juventud por delante, la muerte de ellos es vivida como un
abandono. Incluso, la imagen del martirio de la virgen iroquesa, Catherine Tekakwitha, me resultó
paralela al azote que ese hombre se permite con su pasado. Ni siquiera
Catherine está viva, ni los grupos humanos que estudia están vivos. Todo se le
ha convertido en muerte.
Mis amigos han muerto. La gente que conozco ha muerto. ¡Oh, Muerte! ¿Por qué conviertes cada noche en víspera de Todos los Santos?
Buscando
información sobre esta santa, descubrí que fue canonizada recién en el año
2012. Desconocía la existencia de ella.
Catherine Tekakwitha era mohawk, nacida en 1656. Pasó veintiún años de su vida entre los mohawks, en las márgenes del río Mohawk, y era una verdadera dama mohawk.
Me pareció interesante que mechara
información sobre el impacto de las misiones jesuíticas en esta zona y la
historia de esta joven, que por momentos sentía que era una injusticia que
fuese destruida por el catolicismo que eleva las torturas y los azotes como una
manera de amar a dios. ¿Qué amor y qué belleza hay en todo eso? Tema aparte.
Uno por uno fueron arrodillándose y pasando junto a su erizado lecho, dejándole allí su lastimoso equipaje espiritual, hasta que toda la cabaña pareció una gran aduana del deseo, y el fango que había al lado de su piel de oso fue pulido por tantas rótulas que brilló como los costados plateados del último y único cohete programado para escapar de este mundo condenado, y según iba cayendo aquella noche corriente sobre el poblado en Pascuas, los indios y los franceses se acurrucaban junto a las hogueras crepitantes, con los dedos en los labios haciendo ademán de imponer silencio o de tirar un beso.
Los hermosos
vencidos es una
especie de memoria que se volatiliza, una vida pasada que se vuelve cenizas y
se desintegra: el amor que fue exceso o hastío, un estudio de unos indígenas
que no terminó de comprender; son los últimos días de quien creyó conquistar el
mundo y terminó vencido por su manojo de recuerdos. Es, además, una especie de
diálogo consigno mismo, su desesperación por aferrarse al menos a un vestigio
luminoso de todo su pasado.
CONCLUSIÓN
Los hermosos
vencidos es un
libro intenso, bello, lírico. Leonard Cohen te conmueve con las palabras. Es un
libro que no puede dejarte inmutable.
Para cerrar esta entrada, comparto dos frases más.
Hola!
ResponderEliminarNo conocía este libro pero por lo que dices parece interesante ^^
Un beso!
Hola
EliminarMe resultó un libro original y una belleza cómo está escrito. Besos!
¡Hola!
ResponderEliminarSoy nueva por tu blog^^
Me encantaría leer este libro =)
Besos
Hola! gracias por quedarte y ojalá te guste el libro como a mí. Me doy una vuelta por tu blog. Besos!
EliminarHola Keren!!! Leí tu comentario en mi blog y ya te sigo, que bonito blog ,que libro me has descubierto tan precioso ,que ganas de leerlo...no sabía que Cohen tenía libros publicados ,gracias por recomendarmelo ,seguro que lo leeré,un placer linda,nos leemos ,besitosss
ResponderEliminarHola
EliminarYo tampoco sabía y encontré esta novela buscando algún libro de poesía ya que sus canciones son poemas. Qué genio el hombre. Lo admiro muchísimo y escribía como los dioses. Espero te guste como a mí. Voy a ver si consigo la otra novela, solo publicó dos. Besos!
Hola, leí lo de la isla pero no de la fuente de inspiración química! Gracias por el dato.
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