viernes, noviembre 26, 2021

La otra verdad de Alda Merini



LA OTRA VERDAD de Alda Merini


Esta obra no es una novela, pero puede leerse como una novela. LA OTRA VERDAD de Alda Merini es un diario, un espacio de reflexión, entre poético y narrativo, con agregados ensayísticos, donde la autora expone y analiza su estancia en el “manicomio”. Durante varios años es ingresada más de veinte veces. La obra tiene párrafos muy interesantes para entender la perspectiva de los enfermos y la evolución de estos espacios de encierro.

            Alda Merini nació en Milán en 1931. Fue una poeta muy reconocida. Hoy hay un museo en la que fue su casa. Casada, con varios hijos, se marcha de su hogar por  sentirse muy agotada, y su marido la encierra. Ella cuenta que por entonces los esposos podían hacer eso. No es muy diferente ahora ya que si te declaran insano otro dispone de tu vida y puede encerrarte con el aval de un médico. Así es como perdés tu independencia y pasás a ser un sujeto, o un objeto, que depende de la voluntad ajena.

 El manicomio es sin duda una institución falsa, una de esas instituciones que, creadas bajo la égida de la fraternidad y de la comprensión humana, no sirve para otra cosa que para aliviar los instintos sádicos del hombre. Y nosotros éramos las víctimas inocentes de estas instituciones.

 Estas instituciones, “manicomios” como ella las llama, son sitios de encierro donde confluyen personas que sienten diversos estados emocionales: algunos demasiado lúcidos, capaces de ver el mundo humano sin las máscaras de la corrección que ocultan el rostro de la humanidad, esa humanidad que puede matar a  un niño o quemar viva  una persona; en estos espacio se aíslan a los abandonados y aquellos que andan por la vida buscando ser queridos. Es decir, aquellos que nos señalan que no existe la felicidad plena, que demuestran que esta sociedad falló al prometernos que podríamos ser felices gracias a un progreso ilimitado. No. No somos felices. A veces sufrimos y nos sentimos miserables. Es que sufrir forma parte de la condición humana. Es el agregado que llega gracias a tener conciencia de sí.

La autora también cuenta que esos “manicomios” fueron cerrados y se instalaron otras instituciones, pero sobre el sistema anterior, así que ella los llama “minimanicomios”.  Es que el cambio, nos dice, debe venir de entender las raíces del problema. Y yo pienso lo mismo.

La autora nos expone detalles de su estancia, el padecimiento de otros que ingresaron con ella, el tratamiento del personal de salud hacia ellos. Describe cómo eran sometidos al electroshock, a terapias de pastillas que no los dejaban ni pensar. Imposible no recordar mi lectura de Michel Foucault, Historia de la locura, sobre el inicio de estas instituciones que clausuran un espacio, que operan sobre el aislamiento y el encierro de todos aquellos que se escapan de la norma. Al comienzo caían allí los que vivían en la calle, los pobres, los rebeldes y no dóciles, los afligidos, los enfermos crónicos. Hoy, en algunos países, en los hospitales, les ofrecen un suicidio seguro, ya que se ha legalizado el suicidio. Interesante y paradójica se me presenta el “manicomio” con su desarrollo hacia hospital psiquiátrico, clínica psiquiátrica y hospital de enfermos mentales, con sus variantes que parecen menos agresivas, pero que vienen con una pastilla de suicido para que no falles. Es que la visión de los sufrientes demuestra que nuestra sociedad ha fallado. Que hemos fallado. Lo mismo para todos los que escapan de la norma instituida como normalidad.

LA OTRA VERDAD de Alda Merini


La otra verdad está estructurada intercalando poemas, descripciones precisas de situaciones y de otros internos, cartas, párrafos de tintes ensayísticos donde analiza, y hasta denuncia, a estos hospitales. Por este motivo me resultó amena de leer, a pesar del tema un poco fuerte. 

Escribo este libro no tanto por el placer de dar rienda suelta a mis recuerdos, sino para declarar abiertamente que, si todavía hoy cargo conmigo semejante equipaje de descontento y amargura, se lo debo a aquel largo y reiterado internamiento, que me ha convertido en poco más que un maniquí sin voluntad, continuamente perpleja sobre los propios valores morales y sociales.

 Como aspecto que no gustó: cierta repetición que podría haberse pulido para que la obra cobre fuerza.

No podía dejar de pensar en el poeta argentino que vivió en un hospicio, también, en el Borda, y desde allí escribió poesías. Hablo de Jacobo Fijman, un representante de la vanguardia argentina, que tuvo contacto con Borges y otros escritores de la época. Pero murió en el encierro, solo y abandonado. Leí algunos poemas de este autor y me parecieron excelentes.

 

CONCLUSIÓN

La otra verdad de Alda Merini es una obra para aquellos que gusten de temas sociales, psicológicos, o que buscan adentrarse en la vida de una poeta que rompió con los moldes de su época. Es un texto interesante, que se lee en una tarde, y que tiene mucho potencial para pensar en las instituciones de hoy.


LA OTRA VERDAD de Alda Merini


  

3 comentarios:

  1. Hola.
    Este libro lo voy a dejar pasar, no me llama mucho y ademas tengo demasiados pendientes y quiero centrarme en ellos. Gracias por la reseña.
    Nos leemos.

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  2. Hola!! Me alegro de que hayas disfrutado con su lectura, no descarto darle una oportunidad más adelante. Tomo buena nota de tus impresiones lectoras. ¡Gran reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!

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  3. ¡Holaaaa!

    Madre mía, la lectura parece muy dura pero a la vez muy necesaria por la tremenda crítica y el ejercicio de empatía. La poesía no es muy lo mío, me cuesta animarme, pero siempre me digo que tengo que darle una oportunidad, así que me lo llevo apuntado por si acaso.

    ¡besos!

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