domingo, agosto 16, 2015

Búscame donde nacen los dragos - Emma Lira (Mi lectura)



Título: Búscame donde nacen los dragos
Autora: Emma Lira
Año: 2013
Editorial: Plaza & Janes editores
Páginas: 528


 Marina acaba de separarse del hombre de su vida. Intentar superarlo en Madrid no es fácil, así que decide abandonar la ciudad y retirarse a un hotel rural en Tenerife.         En la isla establece una relación especial con los dueños de la finca donde se hospeda, y son ellos quienes le muestran una calavera humana que apareció junto a otros restos guanches. Animada por su profesión de periodista, y sin tener ninguna otra cosa que hacer, Marina decide investigar quién fue la propietaria de ese cráneo.         Mientras empieza a darle cuerpo a esa mujer que fue enterrada mediante un extraño ritual, desentrañando los misterios que la rodean, la búsqueda se va convirtiendo en una suerte de viaje iniciático, revelador, que cambiará su vida para siempre.          Quería que la historia de Marina pudiera llegar a ser un poco la historia de cualquiera de nosotros.         Todo el mundo sueña en algún momento con un lugar al que escapar. Todo el mundo sueña en alguna ocasión con comenzar de cero. Las aventuras, grandes o pequeñas, están al alcance de todos; sólo hay que aprender a reconocerlas y tener el valor de seguirlas cuando pasan a nuestro lado.         Yo también estuve en el lugar que llamo Tamadaya. También tuve una calavera guanche entre mis manos, y también me hice preguntas...         Y esta historia se escribió para darles respuesta.






Apareció en mi vida como sólo saben hacerlo las casualidades. Un encadenamiento de decisiones aparentemente irrelevantes me había llevado hasta un sitio determinado en un momento concreto: a una finca de turismo rural idílica, asomada al Atlántico, y a un otoño prestado, disfrazado de verano eterno, que confiaba en que caldeara el septiembre que dejaba en Madrid y el frío repentino en mi corazón.
         No había nada en la historia que me partía en dos que la diferenciara de los miles de desamores que se cantaban en melodías dulzonas, o que se exhibían diariamente en pantallas de cine y portadas de revista. Salvo que ésta era mía. Eran míos el desengaño y un dolor sordo y latente que ronroneaba arisco, acurrucado en un rincón del pecho. Hacía apenas quince días, a la vuelta de unas vacaciones, diez años de risas compartidas y de plurales habían saltado por los aires sin más detonante que la constatación de que aquél no era el camino que deseábamos recorrer juntos. Aunque aparentemente era una decisión tomada de forma conjunta, en un momento que bifurcaba vidas y futuros había sido capaz de mirarme desde fuera y de descubrir con más dolor del que habría sospechado que los ojos de Miguel me evitaban huidizos, como si me cerraran poco a poco una puerta, dejándome plantada ante el umbral de su corazón.




La novela Búscame donde nacen los dragos  narra los días subsiguientes  a la separación sentimental de Mariana Garrido, una periodista madrileña. Ella se  refugia en las Islas Canarias y allí conoce a Ángel, un descendiente guanche quien le cuenta del hallazgo de unos restos humanos provenientes de un asentamiento antiguo emplazado en su finca. A partir de ese momento, toda la trama girará en torno a la búsqueda de la verdad, de saber de quiénes eran esos restos, qué sucedió. La historia, a medida que se sumerge en los acontecimientos del pasado, es un  viaje de descubrimiento de la protagonista. La narración está centrada desde su punto de vista e iremos adentrándonos en sus vaivenes emocionales, en sus fascinaciones y en sus titubeos.
         Me ha encantado porque me recordó mis primeras emociones cuando comencé a estudiar antropología fascinada por la historia de Pompeya y Herculano y soñaba, aventada por las imágenes de Indiana Jones, con excavar y adentrarme en esa ciudad. Aún me acuerdo de La casa del Fauno, estaba obsesionada con estar allí. A media que leía la novela, descubrí parte de la historia de unas islas que siempre me han interesado, ya que según dicen, mi bisabuela paterna nació en Canarias y luego emigró a Argentina.


Imagen: árbol de drago de unos 18 metros de altura y cientos de años




 De fondo, se lee una crítica a la expoliación del patrimonio, a la rapiña y a la destrucción de la memoria. Hace años, en un museo de mi ciudad descansaba una momia guanche y que los visitantes quienes miraban con cierto morbo. Siempre sentí pena y hasta me imaginaba algún día muerta y acostada en una vitrina para ser observada por cualquiera. Aún resta, a mi parecer, un poco de humanidad a la ciencia y evitar que los antepasados sean expuestos o sacados de la tierra donde seguro habían elegido estar.


         El libro es ameno, interesante y nos empuja a seguir hasta el final para adentrarnos en una historia que nos llega desde quinientos años atrás. La autora combina misterio, aventura y amor para contar esta historia muy  entretenida e inolvidable.  Me dieron ganas de viajar y conocer a los dragos, el mar canario, las tiendas de los berebere. No diré más para no contar algo importante de la trama.
        





Algunas fotos de uno de los sitios que menciona: Tenerife – Islas Canarias - España.







LITERIGATOS


No se explaya mucho en describirlos sino que se los menciona. Dejo acá las frases donde aparecen.


El mar espejeaba en el horizonte, los gatos se enroscaban entre los aloes y Talía me saludaba expectante, meneando alegremente la cola, como cada día.

Entre dos gatos encaramados a la mesa, los restos de papas con mojo y tres vasos de un vino que aspiraba a la denominación de Abona.


CONCLUSIÓN

La novela es una historia muy completa que abarca desde el amor, la amistad hasta aventuras y misterio. Preciosa historia.


Por Keren Verna




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